Realizar cambios personalizados en la salud y estilo de vida, como controlar la presión arterial y la diabetes, así como mantenerse activo, podría retrasar o prevenir la pérdida de memoria en personas mayores con niveles altos de riesgo. Así detalla un nuevo estudio publicado en la revista ‘JAMA Internal Medicine’ realizado por investigadores de la Universidad de California San Francisco y Kaiser Permanente Washington (Estados Unidos), reporta el medio Infosalus.
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“Se trata de la primera intervención personalizada centrada en múltiples áreas de la cognición donde los objetivos de los factores de riesgo se basan en el perfil de riesgo, las preferencias y las prioridades del participante, lo que creemos que puede ser más eficaz que un enfoque único para todos”, menciona Kristine Yaffe, primera autora del estudio.
El estudio fue realizado con personas mayores que tenían preocupación sobre el Alzheimer y demás demencias relacionada. De acuerdo con la Secretaría de Salud, aproximadamente en México existen un millón 300 mil personas que viven con esta enfermedad, representando entre el 60% y 70% de los diagnósticos de demencia. En mayor frecuencia afecta a las personas mayores de 65 años.
¿Cuándo hay que preocuparse por la pérdida de memoria?
La pérdida de memoria es el olvido inusual, informa MedlinePlus. La persona no es capaz de recordar hechos nuevos o acceder a uno o más recuerdos del pasado, o ambos. La pérdida de memoria puede presentarse por un corto tiempo y luego resolverse (transitorio). Sin embargo, en algunos casos puede no desaparecer y empeorar con el tiempo.
El portal de salud añade que el envejecimiento es normal puede causar algo de olvido. Así como tener dificultad para aprender material nuevo o necesitar más tiempo para recordarlo, pero este no conduce a una pérdida de memoria drástica. Tal resultado puede ser signo de otras enfermedades, como la enfermedad de Alzheimer, demencia vascular, demencia por cuerpos de Lewy, entre otras.
Manual MSD detalla que para evaluar la pérdida de memoria, las y los especialistas de salud determinarán si se trata de un delirio o una causa irreversible. Las personas deberán acudir al médico si no pueden prestar atención, parecen confundidos o descentrados, se sienten deprimidos, tienen ideas autolesivas o tienen problemas con el sistema nerviosa que involucran dolores de cabeza, problemas de visión, mareos, lentitud, etc.
¿Cómo actuar ante la pérdida de memoria si soy persona mayor?
El equipo de investigadores reunió a personas entre los 70 y 89 años, quienes presentaban al menos 2 de los 8 factores de riesgo de demencia: inactividad física, hipertensión no controlada, diabetes no controlada, sueño deficiente, consumo de medicamentos con receta asociados al riesgo de deterioro cognitivo, síntomas depresivos elevados, aislamiento social y tabaquismo.
A partir de ello, las personas se reunieron con una enfermera y un asesor sanitario para seleccionar los factores de riesgo que querían abordar. Las personas mayores comenzaron a realizar actividades para alcanzar sus objetivos, mientras otro grupo recibió material educativo sobre la demencia. Aunque las reuniones eran en persona, cambiaron a llamadas telefónicas por el inicio de la pandemia. Las personas que recibieron las intervenciones, mejoraron cognitivamente y tuvieron menos factores de riesgo a pesar de la pandemia.
“Esperamos que en el futuro el tratamiento del Alzheimer y otras demencias afines sea como el de las enfermedades cardiovasculares con una combinación de reducción del riesgo y fármacos específicos dirigidos a los mecanismos de enfermedad”, finaliza Kristine Yaffe.
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