AYUDAR A UNA PERSONA MAYOR

¿Cómo calmar a una persona mayor con demencia?

Si vives con una persona mayor con demencia, así podrás auxiliarla cuando lo necesite

Estas prácticas te pueden servir al momento de ayudar a una persona mayor con demencia.
Estas prácticas te pueden servir al momento de ayudar a una persona mayor con demencia. Créditos: Canva
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El cariño hacia una persona provoca sentimientos de cuidado y resguardo ante cualquier problema. Sin embargo, la fragilidad de la vida sobrepasa nuestros deseos. Las enfermedades provocan un sentimiento de incapacidad ante el cuidado, la calma y la ayuda de los pacientes. Estos sentimientos pueden ser constantes en enfermedades crónicas, como la demencia.

Cuidar y ayudar a una persona mayor requiere esfuerzos, como mejorar la habilidad de paciencia, aprender a vivir con la frustración o realizar actos de servicio sin alguna recompensa. Cuando las enfermedades crónicas llegan a la vida, estas acciones tienen que incrementarse. Provocando sentimientos de frustración, estrés y desesperación ante los dolores, molestias y necesidades.

¿Qué situaciones puede atravesar una persona mayor con demencia? ¿Cómo ayudar a una persona mayor con demencia? ¿Qué otros aspectos tomar en cuenta respecto al cuidado de una persona mayor con demencia? Son algunas de las preguntas que responderemos en esta nota. Ser cuidador implica atravesar una serie de emociones poco agradables, sé empático contigo y solicita ayuda cuando sea necesario.

¿Cómo se puede tranquilizar a una persona con demencia?

La demencia, informa Mayo Clinic, es un término utilizado para describir un grupo de síntomas que afectan la memoria, el pensamiento y las habilidades sociales. En algunas personas con demencia, los síntomas interfieren en la vida diaria. La demencia no es una enfermedad específica, sino muchas enfermedades pueden causarla. La pérdida de memoria es uno de los primeros síntomas de afección.

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De acuerdo con la Fundación Pasqual Maragall, la demencia en personas mayores llegó a acompañarse con senil, una palabra asociada con el  envejecimiento. Dicho término fue empleado como etiqueta diagnóstica cuando no se disponía de tanto conocimiento sobre las demencias y las causas que la producen. A medida que evolucionó el conocimiento, la palabra senil fue utilizada cuando la demencia aparecía a partir de los 65 años de edad, si era antes se empleaba la palabra presenil.

La Fundación Pasqual Maragalla agrega que el uso de demencia senil empobrece el diagnóstico porque el uso de esta término no específica cuál es la alteración o enfermedad que conlleva el desarrollo de los síntomas. Además, conduce a la confusión al pensar que en edades avanzadas es normal padecer demencia. Aunque ser una persona mayor es un factor, no es una consecuencia del mismo envejecimiento.

Las personas mayores con demencia, así como personas de otro grupo, pueden atravesar desorientación temporal, espacial y de personas, alteración de memoria a corto y largo plazo, disminución de la capacidad de expresión, pérdida de llevar a cabo movimientos con un propósito a pesar de poder realizarlo, incapacidad de reconocer estímulos aprendidos y alteraciones conductuales, detalla Sanitas. Para ayudar a la persona, Lamentees maravillosa recomienda:

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  • Mantener una rutina para que no se sienta desorientado para proporcionarle un sentido de seguridad y previsibilidad en su vida diaria
  • Lograr una conexión emocional ante la pérdida de reconocimiento en algunos familiares
  • Escucharles de forma activa y empática al prestar atención a lo que dice y cómo se siente
  • Utilizar lenguaje no verbal y valorar el contacto físico para expresar apoyo y compañía en momentos donde necesite ayuda
  • Usar frases sencillas para comunicarte, facilitando la interacción y minimizando la confusión