La adolescencia es una etapa donde las y los jóvenes conocen sobre ellos mismos. Sus aspiraciones, sus temores y aquellas preguntas por resolver. Aunque el temor puede invadir sus mentes, tienen el tiempo y espacio para encontrar nuevas respuestas que les haga sentir cómodos y seguros. Sin embargo, la adolescencia para algunas personas también puede ser una etapa difícil, especialmente si atraviesan violencias, como es el caso del acoso psicológico.
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De acuerdo con Derechos de infancia y adolescencia en México, de las 11.7 millones de personas de 12 a 17 años que asistían a la escuela en México durante 2022, 28% comunicaron haber sido víctimas de acoso escolar en los últimos 12 meses, elevando a 3.3 millones de estudiantes adolescentes la cantidad de víctimas de esta forma de violencia en el país.
¿Qué es el acoso psicológico? ¿Cómo se manifiesta el acoso psicológico? ¿Cómo afecta el acoso psicológico a las personas? ¿Qué hacer si se vive acoso psicológico? Continúa leyendo esta nota para conocer las repercusiones que pueden vivir las y los adolescentes. Identificar y detener el acoso psicológico abre la posibilidad de vivir un desarrollo saludable y pleno.
¿Cómo se puede detectar la violencia psicológica?
Según El Prado Psicólogos, el acoso físico es evidente porque conlleva una acción violenta que provoca lesiones. Sin embargo, el acoso psicológico es más sutil, pues suele pasar inadvertido para las personas que rodean a la víctima e incluso para quien recibe las humillaciones o la indiferencia, sobre todo un tipo especial de acoso psicológico conocido como luz de gas.
El portal define al acoso psicológico es cualquier tiempo de comportamiento sistemático que provoca daños emocionales en la persona y afecta el equilibrio emocional. Casi siempre el objetivo de estas conductas suele ser intimidad a la víctima, generando sentimientos de culpa o desvalorizarla. Para lograrlo la persona recurre a gritos, insultos, humillaciones o violencia verbal. En ciertos casos es utilizada la ironía, el sarcasmo, el silencio la indiferencia.
ADIPA México identifica que las y los adolescentes que enfrentan acoso físico y/o psicológico experimentan problemas de salud mental de manera significativa. Dentro de las consecuencias reflejadas están el aislamiento social, la inseguridad, la fobia a las relaciones interpersonales, sentimientos de inferioridad, inmadurez emocional, entre otros. Asimismo existe mayor riesgo de trastornos psicológicos, como depresión, ansiedad, entre otros.
Stop Bullying destaca que cuando las personas responden rápidamente y de forma constante a situaciones de acoso, transmiten el mensaje sobre que no es un comportamiento aceptable. Entre las medidas que pueden implementar para detener el acoso, sea psicológico o físico, en adolescentes y niños son:
- Intervenir de inmediato. Está bien buscar la ayuda de otro adulto
- Separar a las personas involucradas
- Asegurarse de que todos estén a salvo las y los adolescentes
- Abordar cualquier necesidad médica o de salud mental inmediata
- Conservar la calma
Dentro del acoso físico y psicológico entre adolescentes y niños, el portal rescata la relevancia de no cometer errores comunes, como ignorar, no recurrir a la ayuda de una persona adulta, no intentar averiguar de inmediato lo que pasó, no interrogar a las personas involucradas o no hacer que las personas involucradas se disculpen o enmienden la relación de inmediato.
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