La adolescencia y niñez son etapas decisivas para adquirir hábitos saludables que se mantendrán en la vida adulta. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), los jóvenes de entre 6 y 17 años deben realizar al menos 60 minutos diarios de actividad física moderada. Sin embargo, la realidad es que muchos adolescentes no alcanzan esta recomendación debido al uso excesivo de pantallas, la carga escolar y la falta de espacios adecuados.
"Los adultos necesitan al menos 150 minutos de actividad física moderada cada semana. Esto podría ser 22 minutos todos los días, 30 minutos 5 días a la semana o cualquier otra combinación que funcione", señala el organismo norteamericano.
El ejercicio y el deporte son elementos esenciales para nuestra salud, pues traen beneficios integrales como mejor autoestima, menor riesgo de enfermedades crónicas y mayor recreación en el tiempo libre.
Por ello, en Sumédico te mostramos un par de tips para inculcarles a tus hijos o los más pequeños del hogar esta clase de rutinas para su salud corporal.
¿Cómo fomentar el deporte y la actividad física entre los más pequeños del hogar?
El deporte en la adolescencia favorece la salud física, la autoestima y el rendimiento escolar. Los adolescentes son más propensos a adoptar hábitos activos si sus padres, maestros o tutores también realizan actividad física.
1.Hacer ejercicio en familia
Practicar deportes en familia o realizar caminatas juntos puede ser una motivación natural e ideal. Todo es mejor con compañía y es menor la adaptación para el niño dependiendo del ejercicio.
"Todos pueden obtener beneficios para su salud al hacer actividad física—no importa su edad, habilidades, etnicidad o la forma y tamaño de su cuerpo. Una sola sesión de actividad física, de moderada a vigorosa, brinda beneficios inmediatos para la salud", señala el CDC.
2. Elegir la actividad adecuada
No todos los jóvenes disfrutan del mismo tipo de deporte. Por ello es recomendable que todos los integrantes de la familia prueben diferentes disciplinas: fútbol, natación, atletismo, danza, artes marciales. El objetivo es que descubran cuál se adapta mejor a sus intereses.
Según el Instituto Mexicano de la Juventud, "Los niños y jóvenes deben invertir como mínimo 60 minutos diarios en actividades físicas de intensidad moderada a vigorosa. Incluye la opción de dedicar a distintas actividades intervalos más cortos (por ejemplo dos sesiones de 30 minutos) y sumar esos intervalos. La actividad física diaria debería ser, en su mayor parte, aeróbica".
3. Hacerlo siempre en equipo
La práctica deportiva mejora cuando se comparte con amigos o compañeros. Inscribirlos en equipos escolares o ligas comunitarias fortalece el compromiso y sus habilidades en interacciones sociales.
4. Evitar la presión excesiva por parte de los padres y entorno cercano
El deporte debe ser diversión y bienestar, no una carga impuesta para encajar. Presionar demasiado por el rendimiento o las medallas de excelencia en la actividad puede provocar abandono y frustración. El enfoque debe estar en la mejora personal y la constancia.
5. Incorporar la actividad física a la rutina diaria
Si el deporte se integra como un hábito, es más difícil que se abandone. Esto incluye caminar o ir en bicicleta a la escuela, subir escaleras o realizar estiramientos después de estudiar. Cualquier detalle cuenta.
¿Listo para hacer ejercicio en familia?
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