El fútbol es el deporte más jugado del planeta, con una gran cantidad de aficionados y estadios monumentales. Las lesiones deportivas más graves suelen ocurrir cuando hay colisiones, movimientos repentinos y uso de articulaciones. En el caso del fútbol, estas condiciones están presentes en casi todos los partidos.
El fútbol es el deporte más popular del mundo, pero también uno de los que más lesiones provoca en sus practicantes. Combina velocidad, contacto físico, giros bruscos y saltos, lo que incrementa el riesgo de sufrir algún daño en los músculos.
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Para todos los mexicanos el fútbol es un deporte de alta intensidad y pasión de multitudes. Aquí en Sumédico te contamos las lesiones más peligrosas que le pueden pasar a un futbolista.
¿Cuál es la peor lesión que puede sufrir un futbolista?
El fútbol es un deporte de contacto, por ende hay múltiples riesgos al practicarlo en equipos. Los futbolistas son expuestos a una variedad de lesiones, algunas de las cuales pueden ser graves y comprometer la carrera de un deportista. Aquí las más graves:
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Rotura del ligamento cruzado anterior (LCA)
Es una de las más temidas por los futbolistas. Afecta la rodilla y puede dejar al jugador fuera de las canchas por 6 a 9 meses. Sin cirugía y rehabilitación adecuada, compromete la estabilidad y movilidad. Esta lesión es la más temida por los futbolistas.
Esta lesión ha afectado las carreras de futbolistas como Umtiti, o Alexia Putellas.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos (NIH), "La rotura del ligamento cruzado anterior (LCA) es una de las lesiones más graves en el fútbol, ??ya que no solo puede conllevar un tiempo considerable de ausencia del deporte o incluso la jubilación, sino también problemas de salud a largo plazo, como la enfermedad articular degenerativa".
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Fracturas de tibia y peroné
Ocurren tras choques fuertes o entradas violentas. Son graves porque requieren inmovilización prolongada e incluso cirugía, además de meses de recuperación.
Por ejemplo, Luis Montes "Chapito" antes del mundial de Brasil 2014. Una lesión, sin duda, aparatosa.
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Lesiones en los meniscos
Los giros repentinos y la presión sobre la rodilla pueden dañar los meniscos. Si no se tratan, derivan en dolor crónico y riesgo de artrosis.
Esta lesión arruinó la carrera de Ansu Fati.
Según la Clínica Mayo: "El tratamiento conservador, como el reposo, la aplicación de hielo y los medicamentos, a veces es suficiente para aliviar el dolor de un menisco desgarrado, y da tiempo a la lesión para que sane por sí sola. En otros casos, sin embargo, un menisco desgarrado requiere cirugía".
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Desgarres musculares
Los isquiotibiales y cuádriceps son los músculos más afectados. Un desgarro profundo puede dejar secuelas de dolor y limitar el rendimiento deportivo, ocurren cuando las fibras musculares se rompen. La gravedad varía, desde un estiramiento leve hasta una rotura completa. Suelen ser dolorosos, causan hematomas e impiden el movimiento.
La información de la Clínica Mayo señala: "En las lesiones graves de los músculos isquiotibiales, el músculo puede desgarrarse o incluso separarse de la pelvis o la tibia. Cuando esto ocurre, un pequeño fragmento de hueso puede desprenderse del hueso principal, lo que se conoce como fractura por avulsión.
El fútbol es un deporte apasionante, pero no está libre de riesgos. Las lesiones graves como roturas de ligamentos, fracturas o desgarres musculares pueden comprometer la salud y la carrera de un jugador. La rehabilitación adecuada es clave para reducir el impacto, pero tampoco es garantía de recuperar por completo el estado físico.
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