Los microplásticos son uno de los más grandes problemas de nuestra sociedad del consumo. Están en los mares más recónditos del planeta, en el aire que respiramos e incluso en nuestra propia sangre.
Estudios recientes revelan la presencia de microplásticos en la sangre humana y otros tejidos. Estos contaminantes podrían tener efectos negativos en órganos y sistemas del organismo.
Te podría interesar
La contaminación por plásticos ha dejado de ser un problema exclusivo del medio ambiente. Investigaciones recientes han detectado microplásticos en múltiples fluidos del cuerpo humano, lo que ha encendido las alertas sobre su impacto en la salud.
¿Qué son los microplásticos?
Los microplásticos son partículas de nivel microscópico, que provienen de la descomposición de objetos plásticos con fines industriales o comerciales. Pueden ingresar al cuerpo humano a través del aire, el agua y los alimentos, es decir, por la respiración, la ingesta de alimentos y el contacto con la piel.
Los microplásticos son una preocupación ambiental y de salud global porque se han encontrado en prácticamente todos los rincones del planeta, desde las cimas de las montañas más altas hasta las profundidades oceánicas, e incluso en el aire que respiramos y en la lluvia.
A diferencia de otros materiales, los plásticos no se biodegradan, solo se desintegran en piezas más pequeñas. Esto significa que persisten en el medio ambiente durante cientos o miles de años. Debido a su tamaño, son fácilmente ingeridos por una amplia variedad de organismos marinos y terrestres, pasando a la cadena alimentaria y acumulándose en sus tejidos orgánicos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha pedido que se realicen investigaciones exhaustivas sobre la presencia de microplásticos en el medio ambiente y de sus efectos en el organismo de las personas.
Alarma mundial por los microplásticos en todo el mundo
Ante el panorama mundial, médicos de la Universidad de Murcia y afiliados a las clínicas de fertilidad Next Fertility analizaron las muestras del semen de 22 donantes y el fluido folicular de 29 mujeres bajo tratamiento de fertilidad.
El País, diario nacional español, recopiló los resultados: 69% de las muestras de fluido folicular, contenían restos de plásticos. En el caso del semen, el porcentaje baja hasta el 55%.
“No se sabe cómo han llegado los microplásticos a los fluidos biológicos, aunque su concentración es mucho más pequeña que la de las partículas no plásticas como el carbonato”, detalló Pilar Viñas, rectora del departamento de química analítica de la Universidad de Murcia.
Sin embargo, las recopilaciones muestran resultados alarmantes. También los investigadores, el sistema inmune podría reaccionar ante estas partículas como si fueran invasores, generando una respuesta crónica e incluso autoinmune.
Aún se estudia su impacto en el cuerpo humano, se teme que puedan acumularse en órganos como el hígado, riñones o cerebro, provocando inflamación y daño celular.
Para enterarte de toda la información que necesitas sobre salud y bienestar síguenos en Facebook y TikTok.