Correr, nadar, jugar al tenis durante 2 a 3 horas, incluso participar en deportes de competición, entre otras actividades físicas, fueron ejercicios que se asociaron una reducción de la incidencia de ictus o también conocido como accidente cerebrovascular. Así detalla un estudio publicado en ‘JAMA Network Open’ realizado por especialistas de la Universidad de Gotemburgo. Estos resultados se añaden a los beneficios de realizar ejercicio en el día a día.
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“La actividad física durante el tiempo libre y como medio de transporte es cada vez más importante ahora que muchos trabajos y actividades domésticas son cada vez más sedentarios”, mencionó Adam Victorisson, principal autor del estudio.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la Secretaría de Salud, en México durante 2021 el ictus fue la séptima causa de muerte en población en general al ocasionar 37, 453 decesos, siendo la mayoría hombres mayores de 65 años.
¿Qué es un ictus y qué lo provoca?
Según la Clínica Universidad de Navarra, el accidente cerebrovascular o ictus es una condición médica grave que ocurre cuando el flujo de sangre a una parte del cerebro se interrumpe o reduce, privando al tejido cerebral de oxígeno y nutrientes esenciales. Es uno de los motivos más frecuentes de asistencia neurológica urgente, provocado por un trastorno de la circulación cerebral.
El portal añade que el accidente cerebrovascular es una de las causas más importantes de incapacidad permanente del adulto y la segunda causa de muerte, la primera en mujeres. Además, puede provocar secuelas que afecten de manera importante la calidad de vida. Cada minuto que pasa, las posibilidades de recuperación del ictus se reducen. Clínic Barcelona detalla que dos tipos de ictus:
- Ictus isquémico (o infarto cerebral) originado por la obstrucción del flujo sanguíneo
- Ictus hemorrágico (o hemorragia cerebral) en el que la rotura de un vaso provoca la salida de sangre y la compresión de estructuras del sistema nervioso central
Neuro Centro informa que el ejercicio regular es uno de los pilares de la prevención del accidente cerebrovascular e ictus. Al ejercitarnos, esto permite mantener el sistema cardiovascular en buena forma, lo que reduce la presión arterial, mejora el flujo sanguíneo y disminuye el riesgo de obstrucciones en las arterias, factores de riesgo significativos para estos eventos cerebrovasculares.
En el estudio retomado se observaron que realizar ejercicio a niveles intermedios, como montar en bicicleta, caminar al aire libre o jugar al tenis de mesa, así como a niveles altos que incluyen correr, nadar o jugar al tenis o participar en deportes de competición fueron asociados con una reducción de la incidencia de ictus.
Investigadores también encontraron beneficios similares para un nivel intermedio de actividad física en el transporte, como caminar o montar en bicicleta entre 20 a 40 minutos por día. Por último, hubo una interacción potencialmente atenuante entre la actividad física y el riesgo de ictus asociado al tabaquismo o tener antecedentes familiares de ictus.
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