La resistencia de las bacterias a los antibióticos, se asocia actualmente al uso inadecuado y excesivo de este tipo de medicamentos. No obstante, de acuerdo con un estudio llevado a cabo recientemente por un grupo de investigadores de las universidades de Zhejiang, en China, y de Cambridge, en Inglaterra, y publicado en la revista científica The Lancet Planetary Health, esta resistencia también podría estar relacionada con la contaminación atmosférica y, en específico, con las llamadas partículas PM2.5.
Las PM2.5 se refieren a las partículas pequeñas de 2.5 micrones o menos de diámetro que se encuentran en el ambiente. Estas partículas son las principales generadoras de enfermedades cardiovasculares y respiratorias, además de cáncer pulmonar, detalla la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
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“La investigación de estos científicos establece que las partículas PM2.5 pueden llevar no sólo compuestos tóxicos, sino también bacterias resistentes a los antibióticos. ¿Por qué? Porque si en un lugar hay un problema de defecación al aire libre, por ejemplo, y el excremento se seca y revolotea en el aire, dichas partículas pueden cargarse con las bacterias que contiene aquél y ser respiradas por las personas”, señala Rafael Camacho Carranza, investigador del Departamento de Medicina Genómica y Toxicología Ambiental del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBO) de la UNAM para Gaceta UNAM.
Contaminación y resistencia bacteriana
Según los investigadores de las universidades de Zhejiang y de Cambridge, además de bacterias, las partículas PM2.5 también pueden contener el ácido desoxirribonucleico (ADN) de éstas, pues, si las bacterias mueren su ADN permanece ahí. Cuando las partículas PM2.5 entran en el organismo de una persona a través de las vías respiratorias y el tracto gastrointestinal, puede haber una transferencia de ADN de alguna bacteria resistente a los antibióticos, generando esa misma resistencia en otras bacterias, indica Camacho Carranza.
Hasta el momento, los científicos de las universidades de Zhejiang y de Cambridge sólo describen en su estudio la correlación entre las partículas PM2.5 y la resistencia de las bacterias a los antibióticos, pero aún no establecen una relación causa-efecto entre estos dos elementos. Hace falta evidencia científica.
Investigaciones de resistencia bacteriana en México
Por lo anterior, la Universidad Nacional Autónoma de México, a través del programa Salud y Ambiente, del IIBO, recibe apoyo del PAPIIT de la UNAM y del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías, el investigador universitario Rafael Camacho Carranza y sus colegas estudian la resistencia de las bacterias a los antibióticos a partir no del uso indiscriminado de estos medicamentos, sino del estrés bacteriano producido por pesticidas que produce una mutagénesis exacerbada en las bacterias.
No obstante, hacer este tipo de investigaciones cuestan mucho dinero, pues implica incapacidad laboral, gastos médicos, estancias hospitalarias más largas. “Si extrapolo los datos que se tienen de Estados Unidos a México, calculo que este grave problema nos hace perder alrededor de unos 60,000 millones de pesos al año”, comenta para Gaceta UNAM.
Hasta el momento, la resistencia a los antibióticos es hoy una de las mayores amenazas para la salud mundial, la seguridad alimentaria y el desarrollo. de Acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la resistencia a los antibióticos puede afectar a cualquier persona, sea cual sea su edad o el país en el que viva. Por ello, llevar a cabo estas investigaciones puede dar luz sobre los posibles factores para combatir esta resistencia.