La enfermedad de Alzheimer es un trastorno del cerebro que empeora con el tiempo. Se caracteriza por cambios en este órgano derivados en depósitos de ciertas proteínas, provocando que este se encoja y que las neuronas cerebrales mueran paulatinamente.
Según expertos de Mayo Clinic, el Alzheimer es la causa más común de demencia, un deterioro gradual de la memoria, el pensamiento, comportamiento y habilidades sociales. Los signos tempranos de la enfermedad incluyen olvidar eventos o conversaciones recientes que con el tiempo se vuelven más graves. No obstante, no es el único síntoma.
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De acuerdo con un estudio publicado en Neurology, la revista médica de la Academia Americana de Neurología, las personas que tienen la variante genética asociada a un mayor riesgo de padecer Alzheimer (APOE e4) tienen más posibilidades de perder la capacidad de detectar olores que las personas que no portan esa variante.
"Evaluar la capacidad de una persona para detectar olores puede ser una forma útil de predecir futuros problemas de cognición -afirma el autor del estudio, el doctor Matthew S. GoodSmith, de la Universidad de Chicago, Estados Unidos, de acuerdo con Infosalus.
¿En qué consistió el estudio?
Para llegar a esta conclusión, el doctor Smith y su equipo realizaron una encuesta domiciliaria a más de 865 personas en la que se evaluó la capacidad de las personas para detectar olores, así como identificar qué tipo de olores percibían. Las pruebas se realizaron en intervalos de cinco años, tiempo en el que también se evaluó la capacidad de pensamiento y memoria.
Al finalizar el estudio este arrojó que las personas portadoras de la variante genética APOE e4 tenían un 37% menos de probabilidad de detectar bien los olores que las personas sin el gen. Pese a que influyeron muchos factores para que esto ocurriera, como la edad, el sexo y el nivel educativo de cada persona, los portadores de la variante genética experimentaron un deterioro cognitivo y de pensamiento más rápido que aquellos que no portaban el gen.
"Identificar los mecanismos subyacentes a estas relaciones nos ayudará a comprender el papel del olfato en la neurodegeneración", asegura GoodSmith.
(Con información de Infosalus, Mayo Clinic, Neurology).