Tras una intervención de 5 horas, especialistas en urología pediátrica del Hospital General de Zona (HGZ) No. 33, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Nuevo León reconstruyeron las vías urinarias de Iker “N”, paciente de 8 años de edad quien vivía con catéter, sonda permanente y alto riesgo de requerir hemodiálisis a su corta edad. La operación requirió 3 complejos procedimientos los cuales lograron preservar la función renal.
El doctor Miguel Ángel García Rodríguez, urólogo pediatra y su equipo trabajaron para reconstruir y agrandar la vejiga de Iker “N” a través de una uretorocistoplastia con el fin de aumentar la capacidad de almacenamiento de la orina.
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El menor de edad tenía una vejiga con capacidad de almacenar 80 mililitros de orina, cuando para su edad lo normal son 250 mililitros. Dicha intervención permitió corregir el flujo urinario del riñón izquierdo, único riñón del infante.
“Se estableció un plan emergente para la reconstrucción de la totalidad de la vía urinaria del paciente bajo la prioridad de salvaguardar la integridad del riñón izquierdo, único que conservaba su función, evitando el desarrollo de una falla renal terminal con las consecuencias que ello implicaba”, menciona el especialista.
¿Qué provoca infección en vías urinarias en niños?
Una infección urinaria, informa Cigna, es un problema que ocurre cuando las bacterias ingresan a las vías urinarias y causan una infección. Las vías urinarias comprenden el aparato que produce la orina y la transporta fuera del organismo, esto incluye la vejiga, los riñones y los conductos. Las infecciones urinarias en niños deben tratarse de inmediato, pues si esto no sucede, la infección puede escalar a una infección renal.
Las infecciones urinarias, continúa detallando el portal son causadas cuando las bacterias ingresan en la uretra. Posteriormente, los microbios se desplazan por las vías urinarias y causan infección. Estos microbios suelen ser detectados en las heces. Si la persona vive con estreñimiento o no vacía su vejiga por completo, puede provocar una acumulación de bacterias.
Según MedlinePlus, los síntomas abarcan sangre en la orina, orina turbia, olor de orina maloliente, necesidad urgente de orinar, indisposición general, dolor o ardor al orinal, presión o dolor en la parte inferior de la pelvis o espalda baja. Si la infección se extiende a las riñones, el infante puede presentar fiebre, nauseas, vómitos, dolor lateral o en la zona abdominal, escalofríos o piel ruborizada.
¿Qué intervenciones realizaron especialistas del IMSS?
Una malformación congénita rectal y atresia uretral causaron en Iker “N” una vejiga neurogénica que impedía el vaciado de orina y provocó la pérdida de función del riñón derecho. A la vez, esto terminó afectando el riñón izquierdo por lo cual desde los 2 años Iker “N” requería un catéter y sondas permanentes.
Los tres procedimientos fueron ureterocistoplastia, reimplante uretral y Mitrofanoff, el cual consiste en construir un conducto para cateterismo intermitente implantado en el apéndice a la vejiga. Este permitirá la continencia urinaria y vaciar la vejiga de manera controlada, evitando usar la sonda.
“Continuamente estaba hospitalizado, tuvo 7 cirugías. Le daba temperatura, se sentía cansado, le dolían las piernas, el cuerpo. A través de la operación, fue evidente el cambio. Ahora Iker es más fuerte, come bien, ya no tengo que internarlo y puede ir a la escuela”, expresó Sujey, mamá del menor de edad.
De acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social, el Hospital General de Zona No. 33 es uno de los centros de referencia en el norte del país en urología pediátrica. Sus especialistas atienden diariamente a menores con enfermedades genitourinarias de alta complejidad, en la mayoría de casos es de origen congénito. Por lo cual, realizan todo tipo de cirugías reconstructivas de las vías urinarias.
(Con información de Cigna, MedlinePlus, Instituto Mexicano del Seguro Social)