La osteoporosis (que significa huesos porosos) es una enfermedad que se caracteriza por una disminución de la densidad de los huesos a causa de la pérdida del tejido óseo, provocando una disminución en su resistencia frente a los traumatismos ocasionado fracturas, detalla la Clínica Universidad de Navarra. Se trata de una afección silenciosa, pues muchas veces no causa dolor previo.
Según la Sociedad Estadounidense de Endrocrinología, la menopausia es la causa más común de osteoporosis, pues a medida que las hormonas cambian, los niveles de estrógeno comienzan a fluctuar y descender. Esta hormona sexual ayuda a prevenir que los huesos se debiliten, por lo que su reducción acelera significativamente la pérdida ósea.
Te podría interesar
Esta enfermedad afecta a alrededor de 200 millones de personas en el mundo con una considerable mortandad y mortalidad. Además, los huesos rotos causan dolor, disminución de la movilidad y calidad de vida, de acuerdo con El País.
Dado que la osteoporosis es una enfermedad silenciosa, lo mejor es prevenirla a través del ejercicio físico, el cual genera efectos positivos en la masa ósea y en el riesgo de fracturas en personas mayores a través de la prevención de caídas.
Ejercicios para personas con osteoporosis
De acuerdo con El País, el ejercicio puede tener un efecto osteogénico, es decir, formador de hueso, si se realiza a través de acciones que incluyan impacto o una carga mecánica. En este sentido, el entrenamiento de fuerza es el más adecuado, pues podría mejorar la densidad de los huesos, la fuerza y la función muscular.
Por otro lado, un metaanálisis publicado en Osteoporosis International valoró los efectos del entrenamiento de fuerza en la densidad mineral ósea en mujeres postmenopáusicas y concluyó que es mejor realizar ejercicios con peso libre, dos sesiones por semana, con intensidades que supongan trabajo para el organismo a la hora de cargarlo.
Antes de realizar algún ejercicio, es importante valorar con un especialista qué movimientos son adecuados para cada persona, porque atienden a necesidades particulares. Lo importante es evaluar e individualizar en qué estado se encuentra el paciente para que el entrenamiento, supervisado por un profesional, sea administrado en las cantidades correctas.
Para realizar un ejercicio seguro se deben considerar los siguientes puntos:
- Prescripción: acude con un profesional del ejercicio físico
- Individualización: el ejercicio debe adaptarse a la persona, no al revés
- Técnica: cualquier edad es buena para comenzar a entrenar
(Con información de El país, Endocrine Society, Clínica Universidad de Navarra, Medicina deportiva).