El cáncer de mama es una enfermedad en la cual las células de la mama se multiplican sin control y éste puede comenzar en distintas partes de la mama y hoy te diremos por qué es fundamental el ejercicio después de padecer este mal.
El ejercicio es importante para todas las personas, sin embargo, un nuevo estudio muestra su importancia para ayudar a las mujeres que han sufrido cáncer de mama.
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La Secretaría de Salud indica que el cáncer de mama es la neoplasia más frecuente en la población mundial y la primera causa más frecuente entre las mujeres con un estimado de un millón 671 mil 149 nuevos casos diagnosticados anualmente y con una prevalencia de 6 millones 232 mil 108, lo que representa el 36.3%.
¿Por qué es fundamental el ejercicio después de padecer cáncer de mama?
Un estudio presentado en la Reunión Anual de la Sociedad Americana de Cirujanos de Mama señala que los programas de ejercicio que se adaptan a las pacientes con cáncer de mama están relacionados con mejoras en la calidad de vida, pero también pueden reducir los costos de atención médica.
En el estudio, más de 240 pacientes con cáncer de mama en etapa temprana recibieron un programa de ejercicio de 12 semanas o atención estándar. El grupo de ejercicio completó un programa de ejercicio personalizado de 12 semanas consistente con las pautas del Colegio Americano de Medicina del Deporte para sobrevivientes de cáncer.
Esto incluyó 150 minutos de ejercicio cardiovascular, como caminar o andar en bicicleta reclinada cada semana, junto con dos o tres entrenamientos de cuerpo completo de 60 minutos con pesas libres o bandas elásticas de ejercicio.
La intervención se asoció con mejoras significativas en la calidad de vida, y estas mejoras se relacionaron con una reducción significativa en los pacientes que necesitan usar la atención médica. Específicamente, los investigadores encontraron que las visitas al departamento de emergencias se redujeron en un 33.2%, las visitas ambulatorias al hospital se redujeron en un 21.5% y las visitas al consultorio privado disminuyeron en un 41.8%.
"Todas las dimensiones de la calidad de vida relacionada con la salud se vieron afectadas positivamente por el ejercicio", dijo la presentadora del estudio Karen Wonders.
El ejercicio también ayudaría para reducir los costos de atención médica
La investigadora también sugirió que el ejercicio podría usarse para "reducir los costos de atención médica entre las pacientes con cáncer de mama en etapa temprana".
“Estos hallazgos demuestran el beneficio de los programas de ejercicio para reducir las complicaciones y las visitas a la sala de emergencias”, dijo Sarah L. Blair, profesora y vicepresidenta del Departamento de Cirugía de UC San Diego Health.
Sarah L. Blair dijo que recomienda a sus pacientes con cáncer de mama hacer ejercicio moderado para tener beneficios tangibles reales.
¿Cómo ayuda el ejercicio a pacientes con cáncer de mama?
Un segundo estudio también presentado en la reunión examinó el impacto de las intervenciones para mejorar la salud de las pacientes con cáncer de mama antes de someterse a una cirugía, también conocida como prehabilitación.
Estas mujeres tuvieron un programa de ejercicios personalizado más apoyo nutricional y asesoramiento mientras recibieron quimioterapia antes de la cirugía, y mostraron mejorías en la capacidad de ejercicio y la calidad de vida, en comparación con las que recibieron atención estándar.
Los grupos de pre-habilitación y atención estándar fueron similares en cuanto a su capacidad física al inicio del estudio.
Aquellos que realizaron la intervención de ejercicio mantuvieron su función, medida en qué tan lejos podían caminar en 6 minutos, después de la quimioterapia y la cirugía, y aumentaron sustancialmente su actividad general, a los niveles recomendados por las pautas.
En contraste, los grupos de atención estándar mostraron una reducción en la distancia que podían caminar en 6 minutos, y su aumento en la actividad fue modesto.
Aunque ambos grupos tuvieron más fatiga después de la quimioterapia, los pacientes en el grupo de prehabilitación se recuperaron mucho más que los que recibieron atención estándar, e informaron una mejor calidad de vida.
"El impacto de nuestra prehabilitación fue bastante positivo" y no se informaron efectos no deseados, dijo la autora del estudio Frances Wright.
(Con información de: Medscape y Reunión Anual de la Sociedad Americana de Cirujanos de Mama)