Kathia Hernández acudía cada año a realizarse un examen Papanicolau, y los resultados nunca arrojaron algo anormal. Un día, un sangrado vaginal le sembró la sospecha de que algo no estaba funcionando bien en su organismo, así que decidió solicitar un segundo diagnóstico a partir de una colposcopía, un estudio que no conocía.
Cuando Kathia, de 30 años, se reunió con su ginecóloga para conocer lo que arrojó el nuevo análisis, ésta le dio una mala noticia. La colposcopía había revelado alteraciones celulares en el cérvix -el cuello del útero, que conecta con el ducto vaginal. Debido a ello le fue realizada una biopsia o muestras de tejido. Ese día se enteró que el nuevo estudio quizá le haya salvado la vida.
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El diagnóstico basado en la colposcopía (basada en un especie de microscopio binocular de enfoque próximo) confirmó la alerta. Las lesiones de Kathia eran causadas por adenocarcinomas, el más extraño y agresivo de los cánceres en cérvix.
El avance de su enfermedad, cifrado con “B1”, daba cuenta de la gravedad. Sería necesario someterla a una intervención quirúrgica para retirarle el útero. Pasado el primer impacto, ella entendió que pese a todo, había llegado a tiempo de evitar el riesgo de muerte. Muchas mujeres en México no corren con la misma suerte.
La importancia de un diagnóstico oportuno
Cuando el cáncer cervicouterino no se detecta oportunamente, puede ser mortal y de acuerdo con el Global Cancer Observatory, International Agency for Research on Cancer, en México es el responsable de que cada dos horas mueran dos mujeres.
El doctor Rogelio Aguado Pérez, miembro de la mesa directiva del Colegio Mexicano de Ginecólogos dedicados a la Colposcopía (COMEGIC), asegura que es sumamente importante un diagnóstico temprano, porque se trata de un cáncer prevenible. Pero lamentablemente aún representa la segunda causa de muerte por cáncer en mujeres en edad reproductiva, en México y en el mundo.
Aguado Pérez explicó que el cáncer cervicouterino se desarrolla lentamente en un proceso que se manifiesta como “una infección habitualmente transitoria y asintomática, la cual llega a persistir y dar lugar a lesiones precancerosas que, al evolucionar, generan cáncer si no se detectan a tiempo”.
En México, para 2020 el cáncer cervicouterino es el segundo más diagnosticado y la segunda causa de muerte en mujeres, con un estimado de 9 mil 439 nuevos casos y 4 mil 335 muertes.
De acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en 2012 se detectaron mil 155 casos nuevos y mil 59 defunciones con una tasa de incidencia de 2.26 por 100 mil y una tasa de mortalidad de 5.23 por 100 mil.
Enfrentando el cáncer
A Kathia le practicaron una histerectomía, es decir le retiraron el útero, la tercera parte de las paredes vaginales en la sección superior de la vagina, y el cérvix, porque ahí se ubicaba el tumor. El cirujano optó por elevarle los ovarios, para protegerlos; ahora los tiene a la altura de los huesos ilíacos.
“El cáncer me hizo ser más resiliente, segura de mí misma, me ayudó a entenderme y tener un increíble respeto por mi propio cuerpo”, señala Kathia, quien asegura que debió enfrentar esta crisis como una etapa más de su vida, por la que tenía que luchar para mantener su salud.
Al darse cuenta de que muchos médicos ofrecen información escueta a sus pacientes con este problema, o bien sin tacto alguno, ella decidió investigar más de la enfermedad y crear una cuenta en las redes sociales Instagram, TikTok y Facebook, que lleva el nombre de “Yo siento podcast”. Su objetivo es informar de cáncer cervicouterino a más pacientes.
Actualmente “Yo siento podcast”, es una cuenta que da apoyo y acompañamiento a pacientes con cáncer. En su canal de Youtube tiene videos que tratan sobre cómo enfrentar el diagnóstico, la cirugía de histerectomía, meditaciones y más.
“El cáncer no significa que se acaba tu vida, puedes volver a realizar lo que te apasiona. En el cáncer cervicouterino, al no ser visible cuando te realizan un procedimiento quirúrgico, a diferencia del cáncer de mamá, se piensa que no tienes nada. Es importante estar con mujeres que pasaron por lo mismo”, señala Kathia Hernández.
Kathia Hernández y Jocelyn Zoé Guzmán comparten el diagnóstico médico de cáncer presente en órganos genitales internos (vagina, útero, ovarios y trompas uterinas). Ambas recibieron la noticia siendo treintañeras. A sus 38 años, Zoé se realizaba chequeos ginecológicos de manera regular. En abril del 2021, presentó un cólico abdominal que la paralizó, enseguida tuvo una hemorragia vaginal que describe como un “un charco de sangre con coágulos”.
Un estudio demostró que tenía miomas (formación de tumoraciones en útero), y a partir de ese momento el estado de su salud cambió. Tras acudir con distintos ginecólogos, se sometió a un ultrasonido vía vaginal, el cual mostró que el grosor de las paredes de su útero habían crecido hasta tener 56 milímetros, cuando debía de medir 18 milímetros. En ese momento le practicaron una biopsia que días después arrojó que, adicionalmente, había dado positivo a cáncer de endometrio.
Para evitar que este cáncer siguiera invadiendo a su organismo, a Zoé se le practicó una histerectomía total laparoscópica, que en este caso consistió en la extirpación total o parcial del útero y tejidos anexos afectados por la patología.
Para Zoé, la mayor enseñanza que le dejó haber tenido cáncer fue descubrir que nunca había sido tan fuerte para enfrentar una situación adversa. Otra de sus lecciones de vida fue que el “aprendizaje es tanto por parte de los médicos como de uno. Es muy importante estar alerta ante cualquier síntoma, aunque sea pequeño”, comparte.
De acuerdo con reportes de diversas instituciones, entre ellas la Clínica Mayo, síntomas importantes de cáncer cervicouterino, son: sangrado vaginal después de sostener relaciones, entre periodos menstruales, o después de la menopausia; flujo vaginal acuoso y con sangre, que puede ser abundante y tener un olor fétido. Igualmente, dolor pélvico o dolor durante las relaciones sexuales.
VPH y Cáncer Cervicouterino
El virus del papiloma humano (VPH) es una Infección de Transmisión Sexual. Los especialistas en esta enfermedad estiman que todos en algún momento de nuestra vida estaremos contagiados por algunas de las casi 200 variables del VPH, pero algunas de éstas son peligrosas en particular. La publicación “Proceso de la infección del VPH, diagnóstico y tratamiento” sostiene que a los cuatro años de haber iniciado una vida sexual activa, el 50% de las mujeres ya adquirieron algún tipo de VPH.
Cuando el portador del VPH tiene una variable de bajo riesgo, un estilo de vida saludable le permitirá que el propio sistema inmunológico expulse el virus. Sin embargo, cuando se trata de VPH de alto riesgo, en hombres puede ser causante de verrugas genitales, en lengua o boca, o cáncer de ano. Y en el caso de las mujeres, provocar infecciones severas e incluso cáncer de cuello uterino. Otros factores de riesgo de presentar cáncer cervicouterino son las condiciones ambientales, cambios del tejido, cuestiones genéticas y un organismo inmunodeprimido.
El citado doctor Aguado Pérez explica que uno de los principales factores de riesgo para presentar cáncer cervicouterino está directamente ligado a complicaciones al contagio con variables de alto riesgo de VPH. De acuerdo con el especialista, la posibilidad de que esto ocurra es de entre un 1% y 2% cuando el VPH es tratado en forma oportuna. Pero en caso de complicaciones, existe un estimado de entre 97% y 99% de probabilidades de provocar cáncer de cérvix.
Respecto al VPH “los tipos 16 y 18 son los más prevalentes, responsables de aproximadamente el 70% de todos los casos de cáncer cervicouterino”, apuntó el doctor Aguado Pérez.
Edad en la que más se presenta el cáncer cervicouterino
El doctor Aguado Pérez explica que la edad en la que se presenta con mayor frecuencia el cáncer cervicouterino es “entre 25 a 45 años, con una media de 35 a 40 años. Y añade: “Aunque se hubiera presentado una infección fuerte por VPH en una etapa más joven de la paciente, es después de los 25 años cuando empieza a haber una inmunodepresión, se bajan las defensas y se presentan las lesiones por el virus que puede avanzar al cáncer”.
El sitio de “Medline Plus” asegura que 5 de cada 10 mujeres sexualmente activas están infectadas con algún tipo de VPH. Actualmente se han identificado más de 150 tipos distintos de VPH, de los cuales 40 se transmiten por contacto sexual. La clínica Reina Madre, señala que “los tipos 16 y 18 de VPH son los más peligrosos, ya que pueden producir cáncer en hombres y mujeres”. Pero una docena de tipos de VPH deben ser considerados de riesgo cancerígeno.
Otros tratamientos y la importancia de la vacuna
El Virus del Papiloma Humano puede ser un factor para desarrollar cáncer cervicouterino. El referido doctor Aguado, médico experto en lesiones por VPH, señala que “existen nuevas alternativas como Papilocare, un gel vaginal que ayuda a reparar o re-epitelizar la capa superior de la piel y diversos órganos, entre ellos el cuello uterino, pero también es coadyuvante en lesiones intraepiteliales de bajo grado causadas por el VPH. Por ello la detección temprana es clave.
“El examen Papanicolau junto con una colposcopía incrementan en mucho la certeza diagnóstica para poder identificar áreas de lesiones de VPH; es decir, son estudios que se complementan y en caso de detectar algo anormal se tendría que realizar una biopsia para identificar si el tejido tiene células cancerígenas”, explica Aguado Pérez, quien refiere que el estudio de presencia de virus PCR (que se popularizó para la detección de la covid-19) puede ayudar a identificar la presencia o no del VPH.
Respecto a la vacuna contra el VPH, la Organización Mundial de la Salud recomienda la vacunación de dos dosis en niñas de nueve a 13 años. Información del Instituto Mexicano del Seguro Social muestra que el VPH tiene 12 tipos oncogénicos, es decir, que pueden ser causales de cáncer.
“La vacunación contra el VPH es importante para prevenir una infección severa, pero esto no exime el hecho de que estando vacunado contra el VPH te puedas infectar. La vacuna se puede aplicar a mujeres y a hombres porque ambos son los vectores (transmiten la enfermedad), se puede aplicar desde los 9 años e incluso ya se aplica en personas de 45 años o más”, explica el doctor Rogelio Aguado.
En México está disponible una vacuna tetravalente, es decir funciona para 4 tipos de virus: 6, 11, 16 y 18, los más comunes. Existe en otras partes del mundo la vacuna nonavalente, para nueve tipos, pero no está disponible en el país.
Al preguntarle al doctor Aguado si funciona el vacunarse aún cuando ya se ha presentado el VPH, respondió que sí, debido a que la vacuna contra el VPH puede ayudar incluso cuando ya se contrajo el virus. “Si ya no quita la infección, se mejora el sistema de defensas de la persona vacunada, evitando la evolución de una lesión que podría convertirse en cáncer”.
Investigaciones en curso
Recientemente el Instituto Politécnico Nacional (IPN) obtuvo la patente por el diseño y síntesis de un compuesto derivado del ácido valproico (fármaco anticonvulsionante), el cual mostró ser antiproliferativo de células HeLa (cáncer cervicouterino) y cáncer de mama.
La investigación fue encabezada por el doctor José Correa-Basurto, miembro del Laboratorio de Diseño y Desarrollo de Nuevos Fármacos e Innovación Biotecnológica de la Escuela Superior de Medicina (ESM), quien explica que la patente se logró después de 12 años de trabajo.
La investigación de las moléculas se realizó "a través de herramientas computacionales de quimio-informática; bioinformática de secuencias (análisis de secuencias de ácidos nucleicos y de proteínas) y bioinformática", explica Basurto.
El proyecto aún está en fase clínica, los investigadores esperan aliarse con el sector privado para lograr la transferencia tecnológica y en un futuro contar con un nuevo tratamiento, más específico y menos agresivo para el cáncer cervicouterino.
VPH en hombres
En el caso de los hombres que se infectan con VPH, es común que no presenten síntomas hasta que desarrollan verrugas visibles en los genitales, que también se pueden presentar en las mujeres.
De acuerdo con el sitio de atención ginecológica Reina Madre, “las verrugas pueden presentarse múltiples o una sola y tener diversas formas: de coliflor, con relieve o planas, y suelen aparecer alrededor del ano, en el pene, en la piel que cubre los testículos (escroto), en los glúteos, o en los muslos e infectar boca y garganta”.
Estudios de detección de VPH en hombres
Los estudios que se pueden realizar para detectar el VPH en hombres es la androscopía (o penescopía), que consiste en un estudio no invasivo, donde se observa el pene para detectar lesiones por VPH o alguna otra patología.
La androscopía (o penescopía) “debe ser realizada mediante una colposcopía manejada por un especialista, que cuenta con los elementos necesarios para identificar las variantes normales y patológicas que tienen asiento en la zona referida, como la infección por VPH”, menciona Reina Madre.
Otro estudio para detectar presencia de VPH en hombres es la prueba de PCR, que está disponible en laboratorios de análisis clínicos. En el Laboratorio Médico del Chopo también está disponible la toma de muestras visuales de la androscopía.