Las uñas son estructuras protectoras formadas de queratina y calcio, dos componentes esenciales que le brindan esa apariencia dura. Protegen la punta de los dedos y nos permiten hacer nuestras tareas diarias sin lastimarnos los dedos. Además de esta función, las uñas también pueden decir bastante sobre nuestra salud a partir de su color, forma y textura.
Al respecto, el doctor Jeffrey Linder, jefe de Medicina Interna General y Geriatría de la Facultad de Medicina Feinberg de Northwestern University afirma en entrevista para AARP que para él es importante revisar las uñas de sus pacientes porque le permite saber su estado de salud en general.
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"Y luego, si miramos las uñas, en ocasiones encontramos indicios sobre trastornos o enfermedades", detalla Linder.
A continuación, te compartimos algunos indicadores que te permitirán saber cómo estás de salud con solo mirar tus uñas.
Indicadores en las uñas de una mala salud
Cabe aclarar que no todos los cambios en las uñas son malos, algunos no tienen ninguna repercusión a la salud. Algunos son parte normal del envejecimiento o pueden ser efecto secundario de algún medicamento. Pero, en caso de notar algún cambio que te preocupe, consulta a un especialista, en especial si esos síntomas están acompañados de fatiga, dificultad para dormir o dolor en el vientre.
Esto es lo que deberías mirar la próxima vez que te fijes en tus uñas
- Cambios en la lúnula
La mayoría de las uñas tienen una media luna blanca en la base, justo por encima de la cutícula. Cuando existe un cambio de color o tamaño de esta, puede indicar alguna enfermedad de por medio, explica Linder.
Por ejemplo, las uñas de Terry son un indicador de cirrosis, insuficiencia renal crónica o insuficiencia cardiaca congestiva, detalla un artículo de Elsevier. Este síntoma se ve reflejado en las uñas cuando la lúnula se extiende casi hasta el final de la uña y solo deja una banda rosada en la parte superior.
Por otro lado, si las lúnulas tienen una coloración azulada podría ser un indicador de la enfermedad de Wilson, un trastorno genético poco común de carácter hereditario en el que se acumula cobre en el hígado, el cerebro y otros órganos.
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Cambios en la forma y textura de las uñas
Las uñas con hoyos o picadas, como si alguien las hubiera perforado, pueden ser un signo de psoriasis, una enfermedad crónica de la piel. Esta enfermedad crónica de larga duración también puede aflojar las uñas y ocasionar que estas se separen del lecho ungueal, según datos del Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel de Estados Unidos.
Otra deformación de las uñas que puede indicar problemas de salud es la uña en palillo de tambor, nombrada así porque la uña se curva alrededor de la punta del dedo. Es conocida como acropaquía y puede indicar problemas cardiovasculares y pulmonares.
- Líneas en las uñas
Cuando las uñas presentan un color oscuro que corre a lo largo de ellas es importante que acudas con un médico, pues puede tratarse de un melanoma, un tipo de cáncer de piel. Pese a que no es común, es probable que este tipo de cáncer aparezca también en las uñas o alrededor de ellas.
"Si te sale una banda nueva y solitaria en una uña, sin duda debes acudir a un dermatólogo", añade el doctor Richard H. Flowers, profesor adjunto de Dermatología en University of Virginia para AARP.
- Cambios de color
Las uñas con cambios de color, comúnmente hacia tonos amarillentos, no son indicadoras de algo grave. Esta coloración aparece en pacientes con bronquitis crónica u otras enfermedades pulmonares. Además, las uñas se pueden hacer amarillas cuando tienen algún tipo de hongo, aunque esto es mucho más común en las uñas de los pies.
- Uñas finas y quebradizas
En caso de que las uñas sean quebradizas o finas puede tratarse de un trastorno de tiroides o simplemente necesitan hidratación.
"Siempre decimos a nuestros pacientes que, al igual que la piel tiende a secarse, adelgazar y perder su capacidad de retener la humedad, a las uñas les sucede lo mismo", explica Flowers. Para solucionar este problema puedes frotarlas con vaselina cuando las sientas secas.
(Con información de AARP, Elsevier y NIH).