Personas con alguna discapacidad auditiva mostraban diferencias microestructurales en áreas auditivas del lóbulo temporal y zona del córtex frontal relacionadas con el procesamiento del habla y el lenguaje, así como zonas identificadas bajo la función ejecutiva. Esto podría relacionarse con un incremento de riesgo al desarrollar demencia, así detalla un estudio publicado en ‘Journal of Alzheimer’s Disease’, reporta el medio Infosalus.
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“Estos resultados sugieren que la discapacidad auditiva puede provocar cambios en áreas cerebrales relacionadas con el procesamiento de sonidos, así como áreas del cerebro relacionadas con la atención. El esfuerzo adicional que supone intentar comprender los sonidos puede producir cambios en el cerebro que aumenten el riesgo de demencia”, menciona Linda K. McEvoy, autora principal del estudio.
De acuerdo con la Secretaría de Salud, en México aproximadamente 2.3 millones de personas padecen discapacidad auditiva de las cuales más del 50% son mayores de 60 años, poco más del 34% tienen entre 30 y 59 años. Cerca del 2% corresponde a niñas y niños. Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) registra a más del 5% de la población mundial con pérdida de audición discapacitante. Se calcula que en 2050 esta cifra supere 1 de cada 10 personas.
¿Qué significa pérdida de audición?
Según la OMS, se dice que una persona vive con pérdida de audición cuando no es capaz de oír tan bien como una persona cuyo sentido de oído es normal, es decir, cuyo umbral de audición en ambos oídos es igual o menos a 20 decibeles. La pérdida de audición puede ser leve, moderada, grave o profunda. Puede afectar a uno o ambos oídos y desarrollar dificultades para oír una conversación o sonidos fuertes.
Mayo Clinic informa que entre los síntomas de la pérdida de audición está la amortiguación del habla y de otros sonidos, dificultad para entender las palabras, pedir a las personas que hablen más lento o más alto, sentir molestias por el ruido de fondo o tener un zumbido en los oídos, mejor conocido como tinnitus. Si existe una pérdida de audición y existen problemas, deberá buscarse atención médica inmediata.
En este estudio se relaciona la pérdida de audición con la demencia. Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades detalla que la demencia no es una enfermedad específica sino un término general para referirse a una alteración de la capacidad que permiten recordar, pensar o tomar decisiones las cuales interfieren en la realización de actividades en la vida diaria. Aunque la demencia afecta a personas mayores, no forma parte del envejecimiento natural.
¿Cómo la pérdida de audición puede influir en la demencia?
El estudio fue longitudinal de cohortes de residentes del suburbio de Rancho Bernardo en San Diego el cual inició en 1972. Para el análisis, 130 participantes del estudio fueron sometidos a pruebas de umbral auditivo en visitas a clínicas de investigación, Los resultados demostraron que la pérdida de audición está relacionada con cambios cerebrales específicos a la región debido a la privación sensorial y mayor esfuerzo de estímulos para el procesamiento auditivo.
“Los hallazgos subrayan la importancia de proteger la audición evitando la exposición prolongada a sonidos fuertes, llevando a una protección auditiva cuando se utiliza herramientas ruidosas y reduciendo al uso de medicamentos ototóxicos”, destaca Emilie T. Reas, coautora del estudio.
Linda K. McEvoy agrega que las intervenciones para reducir el esfuerzo cognitivo para entender el habla podrían proteger al cerebro y reducir los riesgos de demencia. Entre estos podrían encontrarse subtítulos para materiales audiovisuales, aplicaciones de voz a texto, audífonos y visitas en ambientes tranquilos en lugar de espacios ruidosos.
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