Realizar altos niveles de actividad física de intensidad moderada a vigora durante varias semanas reduce el riesgo de desarrollar enfermedad renal crónica en personas con sobrepeso u obesidad con diabetes tipos 2. Así detalla un estudio publicado en la revista ‘British Journal of Sports Medicine’ realizado por investigadores de Nefrología, Hospital Nanfang y Universidad Médica del Sur (China), reporta Infosalus.
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“Se observó un menor riesgo de progresión de la enfermedad crónica renal para un aumento de actividad física moderada a vigorosa acumulado en episodios tanto menores de 10 minutos, como igual o máximo a 10 minutos. (…) Es necesario destacar que el resultado debe interpretarse con precaución dado que el estudio no consideró el efecto de la función renal a inicio del estudio y por lo tanto no se pudo evaluar con precisión su asociación longitudinal”, mencionan investigadores en el estudio.
De acuerdo con la Secretaría de Salud, en México la diabetes es la tercera causa de muerte. Es posible que más de cien mil personas mueran al año por esta enfermedad, dentro de estas cifras, las personas mayores de 65 años ocupan el primer lugar en muertes. Las y los niños no están exentos, pues algunos nacen con esta enfermedad mediante la diabetes gestacional.
¿Cuál es la relación entre ERC y diabetes mellitus?
Según MedlinePlus, cada riñón está compuesto de miles de unidades pequeñas conocidas como nefronas. Estas estructuras filtran sangre, ayudan a eliminar desperdicios del cuerpo y controlan el equilibrio de líquidos. En personas con diabetes las nefronas se engruesan lentamente y con el tiempo cicatrizan. La enfermedad renal o daño renal a menudo ocurre con el tiempo. Esta enfermedad renal es conocida como nefropatía diabética.
Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades añade que los niveles altos de azúcar en la sangre causados por la diabetes pueden dañar los vasos sanguíneos de los riñones y nefronas, provocando que dejen de funcionar adecuadamente. Varias personas con diabetes también presentar presión arterial alta lo cual también puede dañar los riñones. La persona puede vivir con una enfermedad renal crónica sin presentar síntomas.
Mayo Clinic explica que la manera adecuada de prevenir o retrasar la nefropatía diabética es llevar un estilo de vida saludable y tener bajo control de la diabetes y la presión arterial alta. A la par, visitar a un profesional de salud cada año o todas las veces que sean indicadas para evaluar los riñones. Si la persona presenta esta enfermedad renal crónica, un tratamiento temprano puede prevenir esta afección o ralentiza su avance.
¿Por qué la actividad física reduce la enfermedad renal crónica?
Investigadores realizaron un análisis secundario de los datos del ensayo estadounidense Look AHEAD. Este fue un ensayo controlado aleatorio multicéntrico que compararon los resultados cardiovasculares de una intervención intensiva en el estilo de vida. En el estudio participaron 1,746 personas con una edad promedio de 58 años. Más de la mitad eran mujeres.
El equipo midió los niveles de actividad física de moderada a vigorosa al inicio del estudio, luego procedieron a realizarlo en lapsos de tiempo, como un año, cuatro años y ocho años después. A la par utilizaron un rastreador de actividad para evaluar el impacto potencial en la progresión de la enfermedad renal crónica o en etapa terminal. Aquellas personas que realizaron actividad física de moderada a vigora cada semana, de 329 a 469 minutos, tenían menos probabilidad del progreso de la enfermedad.
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