La diabetes es una discapacidad en la forma en que el cuerpo regula y usa el nivel de azúcar (glucosa) como combustible y esta afección a largo plazo aumenta la circulación de azúcar en el torrente sanguíneo y aunque son diferentes motivos que pueden provocar esta enfermedad, un nuevo estudio indica que tener una infancia difícil puede provocar este problema.
Muchos problemas de la niñez pueden verse reflejados en la edad adulta e incluso pueden causar enfermedades serias como lo indica la nueva investigación.
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Tener una infancia difícil puede provocar diabetes: estudio
Una investigación dirigida por la profesora Leonie K. Elsenburg y sus colegas de la Sección de Epidemiología del Departamento de Salud Pública de la Universidad de Copenhague, encontraron que las personas que tuvieron una infancia difícil tienen un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en la edad adulta temprana.
Una infancia difícil se puede explicar cómo experiencias negativas, entre las que se encuentran malos tratos, enfermedades físicas o mentales en la familia y pobreza. Estos acontecimientos y circunstancias adversos pueden desencadenar en respuestas fisiológicas de estrés y afectar al comportamiento del sistema nervioso, las hormonas y la respuesta inmunitaria del organismo.
La prevalencia mundial de la diabetes tipo 2 entre adolescentes y adultos jóvenes ha aumentado considerablemente en el último siglo, debido principalmente a los cambios en los estilos de vida y las tasas de obesidad.
¿Cómo una infancia difícil puede provocar diabetes?
También puede afectar al bienestar mental y provocar cambios de comportamiento que repercuten negativamente en la salud, como dormir mal, fumar, reducir la actividad física y el sedentarismo, aumentar el consumo de alcohol y comer de forma poco saludable, esto a su vez puede conducir a la obesidad y aumentar el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
Tras hacer un largo seguimiento en la población de Dinamarca en niños los autores encontraron que los riesgos relativos de desarrollar diabetes tipo 2 tras una infancia difícil eran menores entre las mujeres que entre los hombres.
El estudio indica que las personas expuestas a una infancia difícil, como la pobreza, la enfermedad o la muerte en la familia, y los hogares disfuncionales tienen un mayor riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2 en la edad adulta joven en comparación con las que experimentaron niveles bajos de adversidad en la infancia.
Los autores también señalan que existe una estrecha relación entre los niveles de educación de los padres y la experiencia de adversidad de los hijos, lo que explica en parte la asociación observada.
Los investigadores concluyen que una parte de los casos de la diabetes tipo 2 que aparecen en la edad adulta temprana podría prevenirse mediante intervenciones tempranas dirigidas a las causas fundamentales de la adversidad infantil, para reducir o incluso eliminar su efecto negativo en la vida de los niños.