Jacob Ocote tiene 13 años y enfrenta la Leucemia Linfoblástica Aguda con una madurez que impacta. Desde su diagnóstico, ha aprendido a convivir con los hospitales, los tratamientos y las largas ausencias de su hogar. Lo que más extrañan él y su familia es la normalidad de la vida antes del cáncer infantil: la escuela, los juegos con sus amigos y la tranquilidad de estar en casa.
“Ha sido un poco difícil, porque principalmente uno deja de estar con la familia o con los amigos”, cuenta Jacob. “Han sido difíciles los internamientos porque a veces me van a tomar muestras de sangre, la canalización no fue hecha adecuadamente, cosas así”.
Para su madre, Maribel González López, la recaída de Jacob fue un golpe devastador. Después de casi siete años de estar en vigilancia y recuperar una rutina relativamente normal, una consulta de chequeo trajo la peor noticia: la enfermedad había regresado.
“Ha sido muy difícil porque ya nos habían mandado a vigilancia. Poder estar en casa fue mucha felicidad. Pero una recaída es como retroceder a lo que ya habías vivido, un dolor profundo. La situación se torna complicada, no solo económicamente, también emocionalmente y con la familia”, relata Maribel.
Cada 15 de febrero se conmemora el Día Internacional del Cáncer Infantil, una fecha establecida por la organización Childhood Cancer International (CCI) para sensibilizar a la sociedad sobre esta enfermedad y los desafíos que enfrentan los niños y sus familias.
¿Qué es la Leucemia Linfoblástica Aguda (LLA)?
La Leucemia Linfoblástica Aguda (LLA) es un tipo de cáncer por el que la médula ósea produce demasiados linfocitos inmaduros. Puede afectar a los glóbulos rojos, glóbulos blancos y las plaquetas. De acuerdo con el Instituto Nacional del Cáncer en Estados Unidos, los signos de esta leucemia incluyen:
- Fiebre
- Hematomas
- Petequias (manchas planas producidas por sangrado debajo de la piel)
- Debilidad, cansancio o palidez
- Dificultad para respirar
- Ganglios linfáticos hinchados en cuello, axilas, estómago o ingle
- Dolor debajo de las costillas
- Pérdida de apetito
Día Internacional del Cáncer Infantil: Lucha compartida y esperanza colectiva
El cáncer infantil es una realidad que afecta a miles de familias en México y en el mundo, ya que representa un desafío significativo para el sistema de salud y las familias afectadas.
Según las proyecciones del Consejo Nacional de Población (CONAPO), hasta 2018, la población de niños y adolescentes entre 0 y 19 años ascendía a 44,697,145, de los cuales 26,493,673 no contaban con ningún tipo de seguridad social. Esta falta de cobertura es alarmante, pues el cáncer es una enfermedad costosa que genera gastos considerables para las familias.
El Día Internacional del Cáncer Infantil no es solo una conmemoración, sino una oportunidad para visibilizar los retos que enfrentan las familias que luchan contra esta enfermedad.
Una fecha para alzar la voz
En entrevista con SuMédico, el maestro Rogelio Pinales Múzquiz, director de comunicación y procuración de recursos en la Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer (AMANC), destacó la importancia de esta fecha.
"Este día nos ayuda a alzar la voz, a compartir más sobre la labor de la asociación y a establecer una comunicación cercana con las familias, rompiendo tabús y hablando abiertamente sobre la importancia de abordar el cáncer infantil en el país", explicó Pinales.
Foto: Canva
El apoyo que transforma vidas
Las redes de apoyo son muy importantes para las niñas y niños con cáncer y sus familias. Para Jacob y su mamá, la asociación ha sido un pilar fundamental en esta batalla.
“Nunca tienes suficiente dinero para cubrir una enfermedad tan complicada y es ahí donde entra AMANC. No solo en eso, sino que nos alimenta, nos han brindado psicología, nutrición y ayuda con medicamentos. También nos han dado un lugar donde dormir, lo cual es invaluable para nosotros, que somos foráneos. No tenemos cómo agradecer todo lo que han hecho por nosotros”, comenta Maribel.
Este 15 de febrero, el Día Internacional del Cáncer Infantil es una oportunidad para recordar que la lucha contra esta enfermedad no es solo responsabilidad de las familias afectadas, sino de toda la sociedad.
"Necesitamos que la sociedad se sume a esta causa, que confíe en las organizaciones serias y que nos ayude a seguir trabajando por los niños y sus familias. Juntos podemos hacer la diferencia", concluyó Pinales.
Maribel, por su parte, hace un llamado contundente: “Que volteen a vernos. Las necesidades son grandes y los medicamentos son costosos. A veces las personas creen que su ayuda es mínima, pero cuando lo dan de corazón, yo sé que Dios les va a regresar más y va a ser un poquito de ayuda más para muchos niños que están atravesando esta situación”.
Si pudiera enviar un mensaje a otras mamás y papás que están pasando por lo mismo, ella les diría que “aunque nada de esto es fácil y nadie quisiera vivirlo, hay que ser valientes. Siempre le digo a mi hijo: "Dios primero, todo va a estar bien".
"La situación es difícil, y nadie en el mundo quisiera ver sufrir a un hijo, pero cuando nos toca, lo único que podemos hacer es confiar en Dios y agradecer a las grandes personas que nos apoyan”.
Finalmente, Jacob aconseja a otras niñas y niños con Leucemia Linfoblástica Aguda lo siguiente: “Principalmente, que todo va a estar bien. Y que confíen en el proceso”.
El cáncer infantil es una batalla que se libra día a día, pero con el apoyo de organizaciones como AMANC y la solidaridad de la sociedad, es posible mejorar la calidad de vida de los niños y sus familias. Este 15 de febrero, alcemos la voz por ellos y recordemos que, juntos, podemos enfrentar este desafío.
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