Sophie, una mujer de 28 años de Leeds, Inglaterra, sufría constantemente de inflamación abdominal. El problema llegó a ser tan grave que su vientre se veía tan abultado como el de una mujer embarazada a punto de dar a luz. Los médicos aseguraban que se trataba solo de problemas intestinales, sin embargo, su molestia era un síntoma de cáncer de ovario.
La joven madre de un pequeño acudió al médico para aliviar sus molestias y el diagnóstico que le daban era una infección estomacal por comida en mal estado.
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Le recetaron antibióticos, pero no mostró mejoría, de hecho, sus molestias empeoraron porque empezó a tener vómitos. Sophie también pensó que se trataría de molestias menstruales, pero le alarmaba la intensidad de la inflamación, pues nunca antes lo había experimentado de esa forma.
Al ver que los síntomas no mejoraban a pesar del tratamiento, acudió de nuevo al hospital y tras hacerle diversas pruebas, comprobaron que la joven tenía una masa en uno de los ovarios. De inmediato buscaron la opinión de un oncólogo, quien confirmó que se trataba de un cáncer de ovario avanzado e incurable.
“Me dijeron que era un cáncer terminal, podía tratarlo, pero no curarlo”, menciona Sophie a Daily Mail.
¿Qué síntomas da el cáncer de ovario?
De acuerdo con la Secretaría de Salud, el cáncer de ovario es uno de los más agresivos si no se detecta a tiempo. En México, se estima que esta enfermedad afecta a más de tres mil mexicanas, según datos del Instituto Nacional de Cancerología (INCan).
MedlinePlus detalla que existen diferentes tipos de cáncer de ovario, pero el más común es el epitelial, que comienza en las células que recubren el ovario.
El problema es que muchas veces, el tumor no manifiesta síntomas evidentes o pueden ser mínimos o inespecíficos, lo que dificulta el diagnóstico a tiempo. De hecho, entre el 70 y el 80% de los casos, se diagnostica en una etapa avanzada.
Sophie fue uno de esos casos, ya que si cáncer de ovario estaba en etapa 4B cuando fue diagnosticada, es decir, que ya se había propagado a otros órganos. A esto también se le conoce como cáncer metastásico.
Cuando el tumor crece y llega a causar síntomas, los más comunes incluyen:
- Aumento del tamaño del abdomen sin causa aparente
- Inflamación o distensión abdominal persistente
- Necesidad de orinar con frecuencia
- Dolor abdominal o pélvico
- Cansancio y debilidad
- Pérdida de peso inexplicable
Un experto en ginecología debe atender los síntomas y es importante que realice un ultrasonido de los órganos internos para identificar cualquier tumoración. Si el médico no te quiere hacer estos estudios, siempre busca otra opinión, pues un diagnóstico temprano puede aumentar las probabilidades de sobrevida en un 90%.
Entre los principales factores de riesgo para desarrollar un tumor de ovario, se encuentran la edad (especialmente después de los 40 años), tener antecedentes familiares, mutaciones en los genes BRCA1 o BRCA2, endometriosis, una menstruación temprana, la menopausia tardía, no hacer ejercicio, fumar y tener obesidad.
Tratamiento del cáncer de ovario y cómo detectarlo a tiempo
Los principales tratamientos del cáncer de ovario son la cirugía y la quimioterapia, aunque en los casos donde hay mutaciones genéticas, se requiere de una terapia dirigida para atacar solo las células cancerosas sin dañar las normales.
Sophie comenzó inmediatamente con el tratamiento, que consistió en tres rondas de quimioterapia y una cirugía para drenar 16 litros de líquidos que tenía en el estómago.
Además, el tumor estaba empujando su intestino, por lo que estaba en riesgo de una obstrucción y tenía un gran riesgo de una cirugía de emergencia para colocar una bolsa de ostomía.
La madre de 28 años ahora busca hacer conciencia entre otras mujeres jóvenes para que no ignoren los síntomas que podrían alertar un cáncer de ovario, especialmente la inflamación abdominal constante e intensa, el dolor pélvico, la indigestión a pesar de comer poco y el estreñimiento frecuente.
“No te dejes engañar por los médicos que te dicen que no puedes tener cáncer porque eres joven, a mí me dijeron que no era común en las mujeres de mi edad…tenemos que cambiar esa visión”, concluye.
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