ATENCIÓN CONTRA LAS ADICCIONES

“Desde niña consumí crack y marihuana… hoy soy otra”

Rocío creció en un hogar en el que sus padres consumían drogas, pero ella decidió romper con esto y desde el 2018 lleva un tratamiento para alejarse de las adicciones

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El crack, la marihuana, el alcohol y otros estupefacientes, fueron por años, el lastre de Rocío. Su adicción a las drogas la llevó a vivir en situación de calle, a recibir maltratos y agresiones físicas. En noviembre del 2018 la vida le cambió y decidió pedir ayuda, llegó a la Clínica Hospital de Especialidades Toxicológicas Venustiano Carranza de la Secretaría de Salud de la Ciudad de México (Sedesa) y ahora la mujer menciona: “Desde que deje de consumir drogas soy otra, me siento integrada a la sociedad”.

Cuando Rocío estuvo en situación de calle se enfrentó a ser herida con un arma punzocortante y compartió que sufrió también algunas recaídas desde el 2018 que inició el tratamiento, pero ya lleva casi dos años sin consumir drogas.

“La ayuda psicológica, psiquiátrica y tratamiento farmacológico me ha hecho mucho bien, me siento integrada en mi familia, voy a tener una nieta y sentir el apoyo, amor y aceptación de mi hija es mi motivación”, comparte Rocío.

“Ya me siento parte de la sociedad, eso me hace sentirme viva y es algo maravilloso estar sin consumo”, reitera Rocío. 

Ella empezó a consumir alcohol a los 13 años, sus padres biológicos lo consumían alcohol, igual que otras sustancias, incluso recuerda que en algunas ocasiones su padre le convidó sorbos de sus bebidas. Sus padres murieron muy jóvenes y Rocío quedó en manos de una familia adoptiva.

Datos de consumo y rehabilitación

En México, hasta enero de 2023, 35.6 millones de personas han recibido servicios de prevención y atención a través de la  Estrategia Nacional de Prevención de Adicciones ENPA. Conforme a datos del Observatorio Mexicano de Salud Mental y Adicciones 2023, que coordina Conasama, México atraviesa una transición epidemiológica en cuanto a la demanda de atención por uso de metanfetaminas; esto genera más ingresos a tratamiento en mayor número de entidades federativas, ya que pasó de seis estados en 2017, a 21 en 2022.

De acuerdo con datos oficiales de México entre el 2017 y 2022  el consumo de anfetaminas, metanfetaminas, éxtasis o estimulantes de uso médico creció 218 por ciento y en 2022 fueron las sustancias de mayor demanda de tratamiento, con 46.2 por ciento de los casos, seguidos del alcohol, 24.6 por ciento, y marihuana o cannabis, 13.3 por ciento.

Una droga emergente pone en peligro a los consumidores y según datos gubernamentales es el fentanilo que desde 2018 ha registrado un crecimiento de consumo y los principales puntos donde se localizan los consumidores es en las ciudades fronterizas de Mexicali y Tijuana, Baja California; Ciudad Juárez, Chihuahua, y San Luis Río Colorado, Sonora.

Combate a las adicciones sin estigma ni criminalización

De acuerdo con la directora de la Clínica Hospital de especialidades Toxicológicas Venustiano Carranza, la doctora Minerva Vargas, en materia de adicciones “la Clínica busca brindar apoyo de manera pronta, integral y gratuita de la mano de especialistas con ética, sin estigmatizar, criminalizar ni rechazar a los pacientes; con tratamientos que incluso pueden ser de más de un año”. 

“Los pacientes farmacodependientes tienen recaídas, pero con ayuda profesional pueden seguir un tratamiento en caso de una recaída”, menciona la doctora Minerva Vargas, que puso como un ejemplo a Rocío, por su constancia, ya que con ello se demuestra lo efectivo que son los tratamientos que se otorgan en la clínica con el fin de rehabilitar a las personas consumidoras de drogas.

La doctora Minerva Vargas hizo énfasis en que  la Clínica Hospital de Especialidades Toxicológicas no funciona como un anexo y se otorga un tratamiento integral con atención psicológica o psiquiátrica y tratamiento farmacológico, en caso de que se requiera.  Mencionó que los pacientes más jóvenes se encuentran en el rango de 16 a 18 años y en su mayoría están por un proceso con la ley, aunque advirtió que esta población es mínima y el grueso de la población que se atiende en la clínica es de 20 a 40 años.

A los pacientes que llegan de urgencias y con un alto grado de intoxicación por consumo de drogas se les estabiliza y se les puede internar por un margen máximo de 10 días, aunque esto tiene varios requisitos, el principal es que sea por voluntad de los pacientes, durante este periodo se busca cortar el consumo, pero a la par se da un tratamiento farmacológico.

“Después del internamiento, en el caso por ejemplo de alcohol o cocaína se les da seguimiento a los pacientes cada tres días o cada semana, esto para ver si está siendo adecuado el tratamiento farmacológico y para seguir las consultas para atender a su salud mental”, explica la titular de la clínica.

El consejo de Rocío

Roció advierte que la dependencia a las drogas puede resultar placentera en un inicio, pero luego llega la desolación y vacío existencial. “No saben de verdad lo que provocan las drogas, hay una vida por delante y esta es hermosa, las drogas no dejan nada y son la muerte”, enfatiza.

“Nosotros el año pasado atendimos en el área de urgencias 9,134 pacientes, en consulta especializada 7,670 pacientes, en hospitalización 1,403 pacientes y nuestra tasa de mortalidad es de 0.08 %, es decir sólo una persona murió el año pasado”, detalla la doctora Minerva Vargas. 

Los resultados 

“Nosotros tenemos el tratamiento especializado y profesional, por ejemplo en un anexo un paciente intoxicado por alcohol podría convulsionar y las personas no van a saber cómo tratarlo, aquí tenemos las herramientas para tratar a pacientes y evitar un daño cerebral en caso de convulsiones y podemos evitar otro tipo de comorbilidades como pancreatitis y daños hepático. El hospital está especializado en dar atención a los pacientes con consumo de sustancias y en un anexo suelen estar en abstinencia los pacientes y su tratamiento farmacológico”, detalla la doctora.

Aclaró que “no hay pastillas mágicas para dejar de consumir y hay que ver a detalle a cada paciente ya que en algunos casos consumen por depresión y se debe atacar la depresión y así atender la dependencia a las sustancias”. 

“Yo les diría  los pacientes y familiares que se deben de dar la oportunidad de conocer a la clínica, el paciente viene para que conozca todos los daños que tiene y lo que podemos ofrecerle en cuanto al tratamiento y que de manera voluntaria él acceda para poder llevar a cabo el tratamiento, no hay ningún costo, ni ningún horario, estamos los 365 días del año”, concluye la doctora. 

El Hospital Toxicológico Venustiano Carranza de la Secretaría de Salud de la Ciudad de México (Sedesa) se encuentra en Av. Río Churubusco S/N, colonia Cuchilla Pantitlán, Alcaldía Venustiano Carranza.