7 plantas medicinales que puedes cultivar en casa y sus beneficios

Todos hemos recurrido alguna vez a las plantas medicinales para aliviar dolencias como un malestar estomacal, niveles elevados de estrés o un dolor muscular, ya sea con un rico té de manzanilla, un aceite de romero o una aromaterapia con lavanda, pero ¿sabías que puedes cultivar tus propias plantas medicinales en casa? Aquí te decimos cómo ser un experto.  

De acuerdo con la Secretaría de Salud, el 90% de la población mexicana ha optado por una de las 4,500 plantas medicinales de México al menos una vez en su vida. De hecho, nuestro país ocupa el segundo lugar a nivel mundial en este tipo de flora con beneficios a la salud.

Diversos estudios han comprobado que las plantas medicinales preparadas en tés e infusiones, en cremas, vaporizaciones y otros métodos, pueden aliviar, mejorar o mantener la salud física y emocional, con un menor costo y practicidad. 

Si quieres disfrutar de estos beneficios, hay al menos 7 plantas medicinales que puedes cultivar fácilmente desde casa.

Plantas medicinales que puedes cultivar en casa 

En entrevista con SuMédico, Alejandro Andrade, socio fundador de El Rincón Verde menciona que de generación en generación se ha transmitido el conocimiento sobre los beneficios de las plantas medicinales y lo mejor es que muchas de ellas las podemos cultivar nosotros mismos en casa, como: 

• Aloe vera. También conocida como sábila, es una de las que más se utilizan, especialmente para la piel, ya que su gel puede colocarse sobre una herida o una quemadura, aliviando el dolor y favoreciendo que cicatrice más rápido. Otro de sus beneficios es en la parte digestiva, ya que si se añade a algún jugo o licuado puede mejorar molestias causadas por úlceras. 
• Manzanilla. Es muy popular también y es que se puede consumir fácilmente por medio de un té para aliviar el estrés, relajarse y conseguir un mejor descanso en la noche. Pero, sobre todo, se recomienda para cuestiones digestivas, como la indigestión, las flatulencias y los parásitos intestinales. 
• Orégano. Se está poniendo cada vez más de moda, especialmente en infusiones o té para fortalecer el sistema inmunológico y evitar sobre todo enfermedades respiratorias. También se puede combinar con alcohol y usarlo como un antiséptico para desinfectar las manos de manera más efectiva.

• Albahaca. Nunca falta en la pizza o en una salsa, pero también puede ser un excelente remedio contra el estrés, ya que su aroma nos alivia las tensiones de forma rápida. Basta con preparar un aceite usando esta planta y aplicarlo en nuestro cuerpo para disfrutar de sus efectos.
• Lavanda. Esta planta medicinal es ideal para sentirnos más relajados y dormir mejor, para ello ni siquiera tenemos que consumirla, puede ser suficiente poner algunas flores cerca de la cama o debajo de la almohada. Puedes meterlas en pequeñas bolsitas de tela para que sea más práctico.
• Romero. No podía faltar esta planta medicinal cuyo inconfundible aroma nos relaja de forma efectiva, especialmente si preparamos un aceite esencial. Se recomienda este remedio especialmente antes de un examen o junta importante, ya que el olor nos ayuda a concentrarnos y a estar menos tensos.
• Menta. La menta es un excelente remedio natural para disminuir molestias digestivas, como las náuseas y los cólicos si se toma en infusión. También puede ayudar a relajarnos y dormir mejor, ya que su aroma tiene un efecto tranquilizante que disminuye tanto el estrés como la ansiedad. En algunos casos, puede reducir el dolor de cabeza leve debido a que relaja los músculos.

No necesitas un espacio muy grande para cultivar tus propias plantas medicinales 

De acuerdo con el experto, no es necesario tener un jardín o mucho espacio en la azotea para hacer un pequeño huerto de plantas medicinales en casa.

“Queremos empoderar a las personas para que puedan hacer sus huertos en espacios reducidos y aprovechando lo que se tiene a la mano, como huacales, cubetas o cajas de plástico con orificios”.

Puedes armar tu pequeño huerto en un metro cuadrado usando huacales que puedes conseguir muy baratos en un mercado, también cubetas de 20 litros bien lavadas, bolsas, cajas plásticas o macetas de barro. Si tu casa no recibe mucho sol, tampoco es problema, ya que Andrade recalca que muchas plantas medicinales no requieren tanta iluminación o pueden crecer solo con al menos cuatro horas de recibir los rayos solares. Otra solución es recurrir a luces artificiales.

“La clave está en empezar con algunas plantas como las que mencionamos, las más fáciles suelen ser la albahaca, el romero, la menta y en general todas las aromáticas, porque no necesitan tantos cuidados como otros huertos como el de jitomate o chile”, recalca.

Poco a poco se puede aprender no solo a hacer infusiones o pomadas, también se pueden hacer labiales, protector solar, champú y otros insumos de cuidado personal a partir de estas plantas que crecen libres de químicos.

Con la experiencia, se pueden empezar a cultivar plantas para el autoconsumo, como la lechuga, que es una de las más sencillas para tener en casa. 

“Nuestro sueño, un poco utópico, es que, si cada persona cultivara desde un metro cuadrado, podríamos regresar a la época del truque e intercambiar nuestras cosechas por otras”, dice el experto.

Al tener un pequeño huerto en casa, también se contribuye a regenerar las ciudades y volverlas más verdes. “Basta un pequeño rincón verde en casa para eliminar todos los espacios grises y contribuir un poco a atraer polinizadores, reducir la huella de carbono y tener una terapia ocupacional”.

Y es que, además de contar con plantas medicinales a la mano y hacer más verdes nuestras ciudades, un huerto en casa puede ser una excelente terapia para nuestra salud mental, ya que cuidar y ver crecer una planta puede darnos mucha motivación y ayudarnos a reconectar con la naturaleza.

Se ha comprobado que tocar la tierra y en general cuidar de una planta, puede ayudarnos a liberar dopamina, la hormona de la felicidad, pero sobre todo, es una excelente forma de desconectarnos del estrés del trabajo, de las redes sociales y de interactuar con otras personas si es que vamos a algún curso.

“Lo importante es empezar, poco a poco olvidarnos de la idea de que matamos las plantas, basta con aprender la metodología o la receta, perderle el miedo y disfrutar de una pequeña cosecha en casa”, concluye Andrade.

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