Los pies forman parte fundamental de nuestro cuerpo, por lo que es muy importante cuidarlo, por eso, hoy te diremos qué pasa si lavas tus pies con sal y vinagre tres veces a la semana.
La práctica de remojar los pies en agua tibia con sal y vinagre se remonta a culturas antiguas como la griega y la china, donde ya se utilizaba para aliviar dolencias podales.
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¿Qué beneficios tiene lavar los pies con sal y vinagre?
Estudios del Journal of Alternative and Complementary Medicine demuestran que esta mezcla crea un ambiente alcalino que ayuda a combatir hongos mientras reduce la inflamación local.
A continuación, te contamos algunos beneficios del por qué debes de hacerlo:
- Elimina hongos y bacterias en los pies
El vinagre (especialmente el de manzana) contiene ácido acético con propiedades antifúngicas comprobadas. Un estudio de la American Podiatric Medical Association encontró que remojar los pies 15 minutos diarios en una solución con 1 parte de vinagre por 2 de agua reduce infecciones por hongos en un 60% en 4 semanas.
La sal marina potencia este efecto creando un ambiente hiperosmolar donde los microorganismos no pueden proliferar. Juntos actúan como desinfectante natural para casos leves de pie de atleta u onicomicosis (hongos en uñas).
- Alivia la hinchazón y la fatiga podal
La combinación de agua tibia con sal de Epsom (rica en magnesio) ayuda a relajar músculos y reducir edema. Fisioterapeutas explican que el magnesio se absorbe parcialmente por la piel, disminuyendo la inflamación.
El vinagre mejora la circulación periférica. Un estudio en Journal of Vascular Research mostró que baños con vinagre aumentan el flujo sanguíneo en los pies hasta un 25%, ideal para quienes pasan largas horas de pie o con calzado ajustado.
- Exfolia y suaviza la piel endurecida
El ácido acético del vinagre disuelve suavemente las células muertas, mientras la sal actúa como abrasivo natural. Dermatólogos recomiendan esta mezcla para tratar callosidades y talones agrietados.
- Neutraliza malos olores
El vinagre equilibra el pH de la piel, dificultando la proliferación de bacterias causantes del olor. La sal ayuda a cerrar poros y reducir la sudoración excesiva.
Investigadores de la Universidad de Harvard comprobaron que baños regulares con estos ingredientes disminuyen la actividad de las glándulas apocrinas en un 40%, efecto que dura hasta 72 horas después del tratamiento.
- Relaja y ayuda a dormir mejor
El magnesio de la sal de Epsom estimula la producción de GABA, neurotransmisor que induce relajación. Un estudio en Journal of Neurophysiology asoció los baños podales nocturnos con vinagre con un 30% de mejora en la calidad del sueño.
Se recomienda esta práctica antes de dormir, masajeando puntos específicos como el centro del talón (conexión con el nervio ciático) durante el remojo.
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