Las infecciones de oído son una preocupación de salud común que afecta a personas de todas las edades, desde niños pequeños hasta adultos mayores, especialmente durante las vacaciones de verano o tras una gripa fuerte. En su participación en el podcast Vida Sana, el Dr. Gonzalo Corvera Behar, fundador y director del Instituto Mexicano de Otología y Neurotología (IMON) comparte las claves para prevenir y detectar a tiempo este problema.
Lo primero que debemos tener en cuenta es que existen distintos tipos de infecciones en el oído, cada uno con causas, síntomas y consecuencias peculiares.
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Al respecto, el doctor Corvera puntualiza que las infecciones se clasifican según la parte del oído afectada: oído externo, medio o interno.
Más allá del dolor: comprender los tipos de infecciones de oído
- Infecciones del oído externo: Conocido médicamente como otitis externa se trata de infecciones que afectan la oreja y el conducto auditivo. Son frecuentemente causadas por bacterias, especialmente después de actividades acuáticas (oído de nadador), o por hongos en ambientes húmedos, como la playa.
El síntoma principal es el dolor, que puede progresar a una sensación de oído tapado y pérdida auditiva temporal. Cuando las infecciones son causadas por hongos tienden a causar más comezón que dolor.
- Infecciones del oído medio. También conocido como otitis media, ocurren detrás del tímpano. Por lo general, son de origen bacteriano y a menudo se desarrollan como una complicación de un resfriado o gripe, cuando la infección se extiende desde la nariz y la garganta a través de la trompa de Eustaquio.
De acuerdo con el experto, el dolor y la sensación de oído tapado son comunes en las infecciones agudas, mientras que los casos crónicos se manifiestan principalmente con oído tapado y pérdida de audición, lo que en niños pequeños puede afectar el desarrollo del lenguaje.
- Infecciones del oído interno. Son menos comunes pero potencialmente más graves. Suelen ser de origen viral, con virus como los de la familia del herpes que pueden reactivarse y atacar los nervios auditivos o del equilibrio. Si el nervio auditivo se ve afectado, puede resultar en sordera súbita y si es el nervio del equilibrio, puede provocar vértigo intenso, náuseas y vómito.
Síntomas de infección de oído que no debes ignorar
Identificar los síntomas de una infección del oído a tiempo es crucial para un tratamiento eficaz. Presta atención a las siguientes señales:
- Dolor de oído (otalgia), especialmente si es intenso o persistente.
- Sensación de oído tapado o plenitud.
- Pérdida de audición o dificultad para escuchar.
- Secreción del oído.
- Picazón en el canal auditivo.
- Vértigo o mareos intensos, acompañados de náuseas o vómito.
- Fiebre.
- Irritabilidad o dificultad para dormir en niños.
Dependiendo de qué tan rápido acudas al médico y qué tan grave es la infección será la duración de las molestias, aunque según el doctor Corvera lo más común es que las infecciones externas leves duren unos pocos días y que incluso se resuelvan por sí solas.
Por su parte, una otitis media causada por un resfriado puede durar una o dos semanas y a menudo requiere tratamiento con antibióticos.
"En niños, algunas infecciones pueden persistir durante meses debido a disfunciones en la trompa de Eustaquio, creando un ciclo de infección", advierte el experto.
Complicaciones de una infección en los oídos
Según el experto, las complicaciones son raras pero cuando ocurren, pueden ser graves. Principalmente, el Dr. Corvera advierte sobre:
- Parálisis facial. "En el caso de las infecciones del oído medio, una de las complicaciones más serias es que la infección se puede ir al nervio facial y dar una parálisis facial", detalla.
- Meningitis. En los casos donde la infección se extiende al cerebro, causando inflamación.
- Infección severa. Las personas con diabetes presentan un mayor riesgo de infecciones graves y complicaciones debido a problemas de circulación sanguínea y una respuesta inmunitaria comprometida. Al respecto, el Dr. Corvera puntualiza: "la persona con diabetes tiene un riesgo mayor de tener una infección severa en el oído externo, porque su circulación no es buena y la capacidad de defensa que tienen en la piel del oído externo no es tan eficaz".
Estrategias de tratamiento y prevención
El tratamiento de las infecciones de oído depende de su tipo y gravedad.
- Infecciones externas leves: A menudo se tratan con gotas antibióticas.
- Infecciones bacterianas del oído medio: Requieren antibióticos orales.
- Infecciones por hongos: Se abordan con medicamentos antimicóticos (orales y en gotas).
- Infecciones virales del oído interno: Pueden requerir antivirales y cortisona para desinflamar y ayudar a la recuperación celular.
En caso de que tengas infecciones de oído recurrentes es importante siempre consultar a un especialista ya que puede haber problemas ocultos como alergias que se deben tratar para prevenir futuros episodios.
¿Cuándo acudir al otorrinolaringólogo?
Si bien un médico general o pediatra puede manejar muchas infecciones de oído, hay situaciones en las que la consulta con un otorrinolaringólogo, que es el especialista en oído, nariz y garganta, es indispensable.
- Si una infección no mejora con el tratamiento inicial.
- En caso de hipoacusia súbita (pérdida repentina de audición), que es una urgencia médica. El Dr. Corvera enfatiza que "si hay una hipoacusia súbita, o sea, de repente no oyes, eso es una urgencia".
- Para la limpieza de oídos cuando hay una acumulación excesiva de cerilla o tapón que no se puede resolver en casa.
- Si experimentas vértigo intenso o cualquier síntoma neurológico asociado a la infección de oído.
Claves para prevenir las infecciones de oído
La mejor forma de evitar las complicaciones por infecciones y mantener la salud auditiva es tener hábitos saludables y al respecto, el doctor Gonzalo Corvera señala que es importante tener en cuenta lo siguiente:
- Mantén los oídos secos después de nadar o ducharse.
- Evitar el uso de cotonetes para "limpiar" los oídos, ya que pueden empujar la cera hacia adentro y dañar el conducto auditivo.
"Los oídos se limpian solos, lo único que hay que hacer es lavar el pabellón de la oreja y el orificio con agua y jabón, y no meter ningún tipo de objeto", refiere.
- Usar métodos como el alcohol para secar el oído después de nadar si no hay dolor ni perforación timpánica.
- Evitar los antigripales con antihistamínicos durante un resfriado, ya que pueden resecar las mucosas y favorecer la infección del oído.
- Permitir que los resfriados sigan su curso con cuidados en casa, como reposo y líquidos abundantes.
- No tomar antibióticos al inicio de un catarro, ya que la mayoría son de origen viral y pueden debilitar la microbiota del oído interno.
Finalmente, el doctor Corvera recomienda mantener un estilo de vida saludable en general, principalmente no fumar y controlar condiciones crónicas como la obesidad, diabetes y presión alta, ya que pueden afectar la salud auditiva. Además, pide vitar ruidos intensos y utilizar protección auditiva en ambientes ruidosos, como conciertos o al usar maquinaria.