Caminar es una de las actividades físicas más sencillas de realizar y a continuación, te diremos el tiempo que debes caminar antes de los 35 años para tener una buena salud.
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Diferentes estudios han demostrado que caminar regularmente contribuye a mejorar la salud cardiovascular, fortalecer los músculos y huesos, reducir los niveles de estrés y ansiedad, e incluso prolongar la esperanza de vida.
Caminar aporta diferentes beneficios para la salud, pero es importante tomar en cuenta que la cantidad de caminata necesaria para obtener estos beneficios cambia de acuerdo con la edad.
¿Cuánto tiempo debes caminar antes de los 35 años para tener una buena salud?
No importa la edad que tengas, si quieres tener una buena salud es importante que cuides tus hábitos y la etapa de los 18 a 35 años es un período clave para establecer hábitos saludables que puedan impactar positivamente en el bienestar a largo plazo.
La mayoría de las personas antes de los 35 años tienen una mejor capacidad física en comparación con otras etapas de la vida, lo que facilita la práctica de actividad aeróbica con mayor intensidad de duración.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), los adultos jóvenes deberían realizar al menos 150 minutos semanales de actividad aeróbica de intensidad moderada, lo que equivale a aproximadamente 30 minutos al día durante cinco días a la semana.
Otra opción es realizar 75 minutos semanales de ejercicio vigoroso, o cambiar ambas intensidades para obtener buenos resultados y mejorar la salud de las personas.
¿Cuáles son los beneficios para la salud de caminar?
Aunque muchas personas subestiman su impacto, caminar regularmente puede traer múltiples beneficios tanto para el cuerpo como para la mente. A continuación, te contamos por qué deberías incorporar esta práctica en tu rutina diaria:
- Mejora la salud cardiovascular
Caminar ayuda a fortalecer el corazón y mejorar la circulación sanguínea. Según la Asociación Americana del Corazón, caminar al menos 30 minutos al día reduce el riesgo de enfermedades cardíacas, disminuye la presión arterial y ayuda a controlar los niveles de colesterol en la sangre.
- Ayuda a controlar el peso
Aunque no es una actividad de alta intensidad, caminar quema calorías y contribuye a mantener un peso saludable. La cantidad de calorías quemadas depende del ritmo, la duración y la inclinación del terreno, pero lo importante es la constancia en la práctica.
- Reduce el riesgo de enfermedades crónicas
Caminar regularmente puede prevenir y controlar enfermedades como la diabetes tipo 2, ya que mejora la sensibilidad a la insulina y ayuda a regular los niveles de glucosa en la sangre. Además, estudios han demostrado que caminar reduce el riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer, como el de colon y mama.
- Fortalece músculos y huesos
Esta actividad de bajo impacto ayuda a fortalecer los músculos de las piernas, la espalda y el abdomen sin el riesgo de lesiones asociado a ejercicios más intensos. También contribuye a mantener la densidad ósea, lo que reduce el riesgo de osteoporosis y fracturas.
- Mejora la salud mental
Caminar no solo tiene beneficios físicos, sino también emocionales. Se ha comprobado que esta actividad reduce el estrés, la ansiedad y la depresión, gracias a la liberación de endorfinas, las llamadas "hormonas de la felicidad". Además, caminar al aire libre y en contacto con la naturaleza potencia estos efectos positivos.
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