Por naturaleza, las personas somos seres sociales. Tener relaciones afectivas y amigos nos ayuda a sobrevivir y gozar de bienestar físico y psicológico. Nuestras relaciones son muy importantes, por ello, es importante identificar a un buen amigo de quien no lo es para cuidar tu bienestar general.
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La calidad de nuestras relaciones sociales es importante. Saber que tenemos cerca a personas en las que confiar plenamente es clave para nuestro desarrollo. Por ello, la amistad es uno de los mejores vínculos que podemos construir con otras personas. Los amigos son importantes en todas las etapas de nuestra vida, desde la niñez hasta nuestra vejez.
Médico Plus señala que contar con amistades de calidad nos proporciona beneficios emocionales, ya que es con nuestros amigos con los que compartimos sentimientos, inquietudes y pasamos momentos de alegría y diversión.
Por desgracia, no todo el mundo actúa como un buen amigo. Por eso, es importante saber diferenciar a quienes nos brindan una amistad superficial de aquellos que son incondicionales.
¿Por qué buscamos la amistad?
ABC Bienestar menciona que la amistad es una relación simétrica en la que dos o más personas dan y reciben de forma recíproca tiempo, energía y experiencias en su mayoría gratificantes.
La amistad se trata de disfrutar y tener tiempo de calidad con otras personas. Atesorar los momentos juntos o juntas y compartir las vivencias y experiencias. Cuando se tiene una relación amistosa sana, se tiene una relación bonita, básicamente.
Se trata de una relación, en la que ambas partes se enriquecen. Pero bien es cierto que para algunas personas la amistad se asemeja más a una relación parasitaria que a una simbiosis equilibrada, por ello, es importante identificar qué tipo de relaciones te gustan y por qué.
5 características que demuestran que estás con un buen amigo
- Muestra una actitud compasiva y libre de juicios
Un buen amigo es aquel que acepta nuestra personalidad por más alocada que parezca. No trata de cambiarnos ni criticarnossin fundamentos, pues abraza lo que somos. Conoce cuáles son nuestros puntos débiles pero sólo los hace saber cuando lo considera necesario y con mucho afecto. Nunca ataca las debilidades con el objetivo de herir o dañar.
- Respeta tus necesidades
Los buenos amigos no tratan nunca de imponer su criterio. Escuchan lo que necesitas y respeta tus tiempos, especialmente cuando no estás pasando un buen momento. Encuentran un equilibrio adecuado entre estar disponibles y ser intrusivos, de manera que sabes que están ahí sin agobiarte por ello.
- Sabe disculparse cuando toca
Los amigos de verdad destacan por su humildad. No se dejan llevar por el orgullo y son capaces de retractarse cuando se han equivocado. Aunque en el momento pueda haber sentido enfado por lo que ha pasado, nunca dice palabras hirientes o malintencionadas con el fin de dañarte.
De la misma manera, si eres tú quien se ha enfadado, saber aceptar las disculpas sin guardar rencor es importante. Cuando ese amigo trata de resolver el problema contigo nunca sentirás que se trata de una discusión. Más bien, la situación se desarrolla como una conversación honesta donde se ponen sobre la mesa los puntos de vista de cada uno.
- Se alegra por tus éxitos
Un buen amigo siempre se alegra por las cosas buenas que te suceden. No se deja llevar por la envidia porque te aprecia y quiere lo mejor para ti. No hace de la amistad que los une una competición, por lo que cuando consigues logros enseguida acudes para compartirlos con él.
- Empatía
Un buen amigo es aquel que sabe empatizar. Cuando compartas tus sentimientos con él nunca sentirás que los minimiza o juzga. Simplemente, trata de ponerte en tu lugar y brindarte comprensión y calidez.
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