Se estima que un 40% de la población mundial padece rinitis alérgica, un problema que se agudiza con la llegada de la primavera, donde aumenta el polen en el ambiente proveniente de árboles, flores y pastos. Hacer un lavado nasal podría ayudar a controlar los síntomas siempre y cuando se haga correctamente. Estos son los consejos que da una experta.
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En México, se estima que se realizan 16,7 millones de consultas al año relacionadas a la atención de los síntomas de rinitis alérgica, lo que la posiciona como uno de los padecimientos más frecuentes del sistema respiratorio.
De acuerdo con la doctora Ana Gabriela Herrera, vocera de Stérimar México, el polen es el principal desencadenante de este tipo de alergia y aunque normalmente aumenta su presencia durante la primavera, el cambio climático ha influido en un inicio anticipado y una duración más prolongada de la polinización, lo que agrava la situación.
Estudios realizados por la Red Mexicana de Aerobiología (REMA) de la UNAM, advierten que los fresnos, encinos y árboles de la familia de las cupresáceas como los cedros, son de las principales fuentes de alergias respiratorias.
“Las variaciones en el clima que experimentamos en un mismo día, así como la contaminación ambiental son factores que empeoran los síntomas de rinitis alérgica. Los pacientes llegan a consulta con síntomas como sangrado nasal por la resequedad excesiva de la nariz”, comenta la especialista en entrevista con Sumédico.
¿Cómo reconocer los síntomas de rinitis alérgica?
La rinitis es una inflamación en la nariz que surge por diversos factores, como una infección, irritantes o factores ambientales como detergentes o productos de limpieza en el hogar.
Cuando se habla específicamente de rinitis alérgica, se refiere a la respuesta del cuerpo a diferentes sustancias llamadas alérgenos, que están suspendidas en al aire y causan irritación.
“Podemos ser alérgicos al polen de pastos y árboles, al epitelio de mascotas como perros y gatos o a los ácaros de polvo, que son microscópicos y se alimentan de las células que desprendemos al dormir”, explica la doctora Herrera.
Los síntomas de una rinitis alérgica aparecen por la reacción del sistema inmune ante los alérgenos y algunos de los más comunes son:
- Congestión nasal. Se da por una obstrucción e inflamación de los cornetes de la nariz.
- Voz nasal o gangosa. Es consecuencia de la congestión nasal y de que el aire no entra de forma correcta.
- Comezón nasal. Todo el tiempo tenemos una necesidad de rascarnos por dentro y eso se da por la liberación de histamina y otras sustancias para contrarrestar los alérgenos.
- Escurrimiento nasal. Llamado rinorrea, se caracteriza por un flujo abundante de moco transparente.
- Estornudos. Son constantes, suelen presentarse episodios de varios estornudos en un pequeño lapso de tiempo.
“Las sustancias o alérgenos podemos respirarlos del ambiente o nos puede caer incluso a los ojos, que son las primeras mucosas que están en el exterior junto con la nariz, lo que causa inflamación y todos los síntomas”, indica la experta.
El problema es que muchas veces los síntomas de rinitis alérgica se confunden con un resfriado y se minimizan, lo que favorece el riesgo de una complicación que derive en asma más adelante.
“El 70% de los pacientes que vemos con asma tuvieron de inicio una rinitis alérgica, lo que significa que de haberle dado atención temprana se hubiera evitado la evolución a asma, una condición crónica que puede poner en riesgo la vida”, alerta Herrera.
Importancia de hacer lavados nasales
La mejor forma de prevenir el efecto de la polinización antes de tiempo que estamos viendo y de la contaminación ambiental, es hacer lavados nasales todos los días, sin importar si ya tenemos rinitis alérgica o no.
“Cualquier persona puede realizarse lavados nasales, incluso los bebés mayores de un mes y niños, ya que así se facilita que la nariz no esté obstruida, ya sea por alergias o infecciones, pero debemos asegurarnos de usar productos adecuados”, enfatiza la doctora Herrera.
Los lavados nasales deben hacerse con una solución de agua de mar 100% natural y que venga en envases con boquilla anatómica que facilite la aplicación.
En los alérgicos, agrega la experta, los lavados nasales tienen un gran beneficio porque barre la mucosa nasal, eliminando los alérgenos que respiramos del medio ambiente sin darnos cuenta.
Además, el lavado nasal proporciona una humedad adecuada para las mucosas de la nariz, lo que evita molestias y ejerce un mecanismo protector contra los alérgenos.
“Lo ideal es que sea un médico el que nos de las indicaciones específicas del lavado nasal, pues dependerá de si es para tratar una alergia respiratoria o una infección, pero en general es recomendado para todas las personas”, refiere.
Pasos para un correcto lavado nasal
En el caso de los bebés y niños, se usan lavados nasales con una boquilla especial que viene redondeada y permite en ellos una adecuada limpieza, explica la doctora Herrera. No se introduce en la nariz, simplemente se acerca a una de las fosas nasales y va a entrar el rocío perfecto, sin causar molestias en el bebé o niño. Posterior a eso, con una perilla de hule, aspiramos las secreciones y listo.
Conforme el niño crezca, podrá sonarse él mismo las secreciones que salgan y simplemente tiene que hacer su cabeza hacia un lado para el lavado nasal.
En el caso de los adultos, hay que limpiar la fosa nasal apuntando la solución un poco hacia la parte externa dentro de la fosa, no hacia el tabique y luego repetir del otro lado. Después, simplemente nos sonamos la nariz.
“Yo recomendaría hacer el lavado nasal al menos una vez al día, de preferencia en la noche, que es cuando ya venimos de estar en varios ambientes como la escuela, el trabajo, el transporte o el parque”, sugiere Herrera.
La experta señala que lo más importante es la prevención y tener buenos hábitos en general, como buena alimentación, descanso, ejercicio y actividades de esparcimiento. Pero también es muy favorecedor incluir los lavados nasales a nuestra rutina para evitar infecciones y alergias, incluso covid e influenza. “Es una medida de prevención que todos ya debemos hacer hoy por hoy”.
Recuerda que los otorrinolaringólogos y alergólogos son los especialistas encargados de tratar la rinitis alérgica, por lo que ante la sospecha o que no mejoren los síntomas, se debe acudir a una revisión para evitar una progresión a asma.
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