La limpieza de la cocina es importante, sobre todo si quieres mantener un hogar acogedor y seguro para las personas que viven en él. No obstante, para lograrlo es necesario utilizar diversos recursos y optimizarlos, como el jabón. A continuación, te contamos cómo optimizarlo en casa y hacer que dure hasta el doble de tiempo.
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El jabón es un elemento indispensable en todos los hogares, pues es el principal ingrediente activo para eliminar diversas suciedades, malos olores, manchas de grasa, moho, sarro y otros elementos que pueden impregnarse en la casa, superficies, ropa o trastes.
Al momento de lavar los trastes, hacemos lo posible por que queden bien limpios y libres de malos olores. Pero nos topamos con otro problema: el jabón suele acabarse pronto y termina rápidamente. Pero eso se acabó, pues si pasas seguido por este inconveniente, te daremos la solución a ello.
¿Cómo funciona el jabón?
La estructura del jabón (y también de los detergentes, que son sustancias relacionadas) explica su capacidad para facilitar la disolución de las grasas. Las moléculas de lípidos o grasas están formadas por cadenas largas hidrocarbonadas.
Según la página Madrimas. Las bacterias y virus poseen una membrana o capa exterior formada por lípidos. Cuando el jabón entra en contacto con estos patógenos disuelve esta capa lipídica, destruyendo la membrana exterior.
Las proteínas que están en la membrana se desnaturalizan porque necesitan los lípidos para mantener su estructura. Y al desestabilizarse, pierden su funcionalidad y esto provoca la muerte de ese organismo, limpiando las superficies de estos microorganismos.
Así puedes hacer rendir por más tiempo tu jabón para trastes
Uno de los inconvenientes cuando se lavan los trastes es que el jabón se escapa fácilmente de la esponja o estropajo con el que los tallamos, pues se diluye con facilidad con el agua, pero esto puede acabarse si aplicas el siguiente método que Enséñame de ciencia recomienda. Presta atención a la siguiente información:
El primer paso para optimizarlo es tener a la mano una charola para hacer cubos de hielo, la cual debes llenar con jabón para lavar trastes diluido en agua. Después, llévala al congelador y déjala ahí hasta que solidifique. De esta forma conseguirás cubos de jabón.
Después, cuando estén listas las pastillas de jabón, quitalas de la charola para hielos y guárdalas en una bolsa, que deberás volver a meter al congelador para que uses las pastillas cada vez que las necesites.
Por último, antes de que vayas a lavar los trastes, deberás cortar la punta de la esponja para que puedas introducir la pastilla de jabón en ella. Para lavar tus trastes, solo moja la esponja y automáticamente producirás la espuma necesaria para la limpieza que necesitas.
De esta sencilla manera, tu jabón de trastes rendirá hasta 10 veces más sin gastar demasiado en este material de limpieza. Esta técnica también puedes emplearla para lavar tu ropa. Hará que tengas porciones más exactas y precisas en tu jabón.
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