Las personas que cruzan las piernas al sentarse suelen hacerlo de dos formas: ponen una pierna encima de la otra, o bien, las cruzan a la altura de los tobillos. ¿Qué tan bueno es hacer esto? Te explicamos.
Un estudio publicado en Science Alert valoró los pros y contras de sentarse con las piernas cruzadas. ¿La conclusión? Esta costumbre puede aumentar la desalineación de las caderas, así como atrofiar la rapidez de la sangre en las piernas, favoreciendo el riesgo de sufrir coágulos sanguíneos y várices en las extremidades inferiores .
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Consecuencias de cruzar las piernas
Un estudio publicado en la Biblioteca Nacional de Medicina (NIH) del profesor y director del Centro de Aprendizaje de Anatomía Clínica en la Universidad de Lancaster, Adam Taylor, explicó que alrededor del 62% de la población cruza la pierna derecha, el 26% cruza la pierna izquierda y el 12% restante no tiene preferencia.
Esta costumbre tiene diversas consecuencias negativas para la cadera y la circulación.
Taylor señala que cuanto más tiempo te sientes con las piernas cruzadas, es más probable que experimentes cambios considerables en la longitud de los músculos y en la disposición de los huesos de la pelvis a largo plazo.
“Debido a la forma en que el esqueleto está unido, cruzar las piernas también puede causar una desalineación de la columna y en los hombros”, es decir, puede llegar a provocar escoliosis (desviación lateral de la columna vertebral) y otras afecciones relacionadas con la espalda, comenta el experto.
Otro estudio publicado en 2020 en la International Journal of Environmental Research and Public Health (IJTMRPH), señala que cruzar las piernas puede resultar aún más desfavorecedor para las personas con problemas lumbares, dado que propicia una postura encorvada y asimétrica. Además, las caderas pierden la alineación, provocando dolor a largo plazo.
Por si fuera poco, el cuello también puede verse afectado debido a que un lado del cuerpo es más débil que el otro. Esta postura además de desequilibrar el peso corporal tensa los músculos pélvicos y espalda baja, cansándolos después de un tiempo.
¿Existe algún efecto positivo en cruzar las piernas?
Pese todo lo anterior, no todo está perdido con esta postura. Un estudio de 2016 explico que sentarse con las piernas cruzadas podría ser beneficioso para las personas que tienen una pierna más larga que otra.
En estos casos particulares sentarse de esta forma podía ayudar a ajustar la altura de los dos lados de la pelvis, mejorando la alineación de esta.
Además, sentarse en esta postura puede relajar los músculos oblicuos. También se ha apuntado que sentarse con las piernas cruzadas mejoraría la estabilidad de las articulaciones sacroilíacas (conexión entre el hueso sacro y el hueso ilíaco) responsables de transferir el peso entre la columna y las piernas.
Por todas estas razones es preferible evitar cruzar las piernas, mantenerte en constante movimiento y estirar las extremidades para que estas no se atrofien con posturas sedentarias.
(Con información de NIH, Science Alert, IJTMRPH, Mayo Clinic)