Una actividad coital saludable y satisfactoria es importante para una relación sexo-afectiva. Sin embargo, el miedo de tener relaciones debido al dolor de espalda puede representar un gran problema.
El dolor de espalda o lumbargia (presencia de dolor en la espalda y cintura, que con frecuencia se recorre a los glúteos y muslos), puede dificultar que las personas que lo sufren tengan una vida íntima plena con su pareja.
Te podría interesar
A esto se le suma el miedo de lesionarse más (en el caso de las personas que tuvieron alguna lesión en la espalda baja), o el miedo de consultar a un especialista para recibir información confiable.
Dolores generados por tener intimidad con tu pareja
Hay personas que tienen dolores preexistentes que pueden agravarse teniendo encuentros íntimos con su pareja, o bien, que sean las propias relaciones las que provoquen de forma constante un dolor que previo a ellas no existía.
Ante estas situaciones, muchas y muchos prefieren dejar de intimar con sus parejas, sin embargo, esto también puede acarrear problemas secundarios que pueden mermar la satisfacción matrimonial, la comunicación y el estado emocional de su pareja.
¿Qué hacer en caso de que el dolor afecte tu vida íntima?
Frente a esto, cabe mencionar que mantener relaciones coitales con una persona con problemas de columna o lumbar es seguro siempre y cuando se tengan las medidas adecuadas y constante comunicación con la pareja.
En la mayoría de los casos, las lesiones lumbares no se van a agravar y existen medidas que puede tomarse para manejarlo. Te contamos algunas de ellas según datos de la CNN.
- Hablar con un especialista. A algunas personas les da vergüenza hablar de sexo. Pero es necesario saber qué posiciones sexuales pueden ser buenas o malas para la espalda
- Hablar con su pareja. Es necesario comunicarle a su pareja los movimientos que son cómodos y los que no lo son
- Probar cosas nuevas. Experimentar posturas que nunca habías considerado puede ser beneficioso tanto para ti como para tu pareja. Tal vez necesites una superficie más firme que un colchón, un tapete suave sobre el piso o una silla firme
- Deja que tu cuerpo te guíe. Si te duele la espalda cuando estás recostado, puedes estar arriba durante el coito o viceversa. Las posiciones de costado pueden restar presión a la espalda
- Experimenta utilizando una almohada debajo de tu espalda baja, estómago, rodillas o cuello para ver si un soporte extra te ayuda
(Con información de IMSS, CNN y Scielo)