Durante la época de frío es común que de nuestra boca salga “humo” o “vaho” y esta situación tiene una explicación científica, ya que lo que emanamos es vapor de agua que se está condensando por el cambio de temperatura.
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Cabe destacar que el aire de nuestros pulmones es cálido y húmedo, nuestro cuerpo tiene una temperatura normal del 37ºC y cuando el vapor de agua de nuestro aliento entra en contacto con el aire frío del exterior este se condensa, formando pequeñas gotitas que quedan suspendidas en el aire y así sale ese “humo” o “vaho”.
Recomendaciones para enfrentar al frío
En días recientes en distintas partes del país han predominado las bajas temperaturas que como ya se explicó son la causa principal de sacar “humo” o “vaho” de la boca, pero este fenómeno no sólo ocurre en los seres humanos, ya que también se puede apreciar en diversos animales como las mascotas, por ejemplo en los gatos y perros cuando aúllan y ladran, también lo hacen las aves que cuando cantan.
Durante la época de frío es muy importante proteger a nuestro cuerpo de las bajas temperaturas, se ha comprobado de manera científica que se debe vestir con el método de la cebolla; es decir cubrirse con varias prendas y en capas, evitando realizar la práctica mencionada en los pies, es mejor usar sólo un par de calcetines de lana o de otro material que mantenga calientes los pies, pero se debe evitar el uso de doble media o calcetín ya que causa problemas con la circulación.
No hay que olvidar proteger al rostro del frío y para ello se puede usar gorros, guantes, orejeras y bufandas que puedan cubrir la nariz. La temporada de frío es la ideal para beber líquidos calientes, consumir frutas y verduras ricas en vitamina C y evitar los cambios frecuentes de temperatura.
Activando termorreceptores
La temperatura en nuestra piel se siente mediante las terminaciones nerviosas (termorreceptores) que se ubican en la dermis y se encargan de detectar el frío o el calor del ambiente.
Cuando se activan los termorreceptores, se manda una señal al sistema nervioso, y de ahí la señal es enviada al cerebro en forma de impulso. En el cerebro es donde se produce la respuesta térmica de nuestro cuerpo.
El cuerpo humano es más sensible a las temperaturas bajas. Las partes donde más detectamos el frío como los labios, la nariz, el mentón, el pecho y los dedos son las partes donde se ubican los termorreceptores.
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