Gatear, avanzar, levantarse, caminar, comer, hablar, entre otras actividades, nos enseñaron nuestros padres y madres. Al ser ese primer contacto con el mundo, nos compartieron sus conocimientos que día con día nos siguen ayudando. Para lograr estos resultados, tuvieron que cuidarnos, tuvieron que enfrentarse al síndrome del cuidador. ¿Cómo se ve el síndrome de cuidador en padres y madres? Aquí conócelo.
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El síndrome del cuidador es una realidad que afecta a muchos padres y madres que dedican su vida al cuidado de sus hijos, especialmente cuando estos enfrentan enfermedades crónicas o discapacidades. A medida que los padres se sumergen en esta labor, a menudo descuidan su propia salud y bienestar, lo que puede tener consecuencias graves en su calidad de vida.
Cuando el síndrome del cuidador se detecta, madres y padres no sólo mejoran su bienestar personal, también se convertirán en cuidadores más efectivos y presentes para sus hijos, creando así un ambiente familiar saludable y equilibrado. ¿Cómo identificar el síndrome del cuidador? ¿Cómo hacer frente al síndrome de cuidador? Quédate en esta nota para conocerlo.
¿Qué hacer para evitar el síndrome del cuidador?
De acuerdo con Fundación Pasqual Maragall, el “síndrome de la persona cuidadora quemada” o síndrome del cuidador se da en quienes dedican gran parte de su tiempo a cuidar de personas dependientes. La exigencia que ello conlleva puede llevar a quien cuida a un estado anímico de agotamiento, tanto físico como emocional.
El portal añade que el síndrome del cuidador provoca que la persona cuidadora se vea desbordada por las circunstancias que relegue a un segundo plano, como su cuidado emocional y físico. La situación los absorbe de tal manera que dejan de hacer aquellas cosas que les gustaban y les proporcionaban bienestar, acusando una gran sensación de falta de libertad. Las personas pueden presentar apatía, irritabilidad, ansiedad o trastornos depresivos. Así como sufrir dolores musculares o de cabeza, alteraciones del sueño o desajustes gastrointestinales, entre otros.
Carmen Hernández, investigadora y Doctora en Psicología por la URV de Tarragona, explica para Bebés y más que en el caso de madres y padres, es necesario cuidarse y estar bien, pues el bienestar de los hijos deriva del suyo. Sin embargo, es necesario recordar que no son sencillas aquellas exigencias y responsabilidades relacionadas con la maternidad y la crianza.
Eresmamá destaca que el síndrome del cuidador afecta en mayor medida a las mujeres, pues suelen ser las personas mayormente dedicadas a los trabajos domésticos y al cuidado de los hijos. Incluso cuando mantienen un trabajo formal o asalariado fuera del hogar. Para evitar llegar a esta condición o tratarla, el portal aconseja lo siguiente:
- Trabaja sobre tus propias emociones: encuentra espacios para expresar tus sentimientos, sin culpas y con autenticidad, pues es necesario validar dichos estados
- Resérvate un tiempo para ti misma: busca momentos de descanso y de ocio en los cuales retomar contacto con los intereses personales. Colabora con tu pareja para lograrlo
- Gestiona tus expectativas y tus exigencias: aprende a pedir ayuda y reconocer los propios límites
- Cuida tu propia salud: presta atención a la alimentación y al descanso, pues cuidar de otros requiere reponer energías al final de cada día
- Genera otros círculos de cuidado: genera espacios de recreación y de cuidado. Esto te dará un par de horas libres para conectar con tus intereses, tus proyectos o incluso, el autocuidado
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