Con el fin de lograr la paz en su mundo, dos hermanos deciden aventurarse hacia un laberinto donde existen dragones y peligros. No es un sueño, esa es la trama de “Laberinto de la perdición”, el primer cuento que escribió Andrea Abonce, escritora especializada en enseñanza y creación del cuento infantil. Esa primera historia que nació para poder recordar una tarde de juegos con su hermano inició el camino de su carrera literaria. Ahora enseña y reflexiona sobre los beneficios y los retos de transmitir la lectura y escritura hacia niñas y niños.
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“Pensé: ‘lo quiero escribir para que no se me olvide’. Compartí con mi mamá la idea de hacer un cuento y así fue como escribí mi primera historia”, recuerda Andrea Abonce.
¿Por qué Andrea decidió a los 8 años preservar esa memoria en un cuento? Desde la infancia, familiares y cuidadores compartían con Andrea los libros que llenaban estantes. Incluso cuando no sabía leer, recordaba sobre qué trataban las historias, aquellas que le acompañarían a lo largo de su vida. Bajo su experiencia, comprende la relevancia de cambiar la relación que tienen las niñas y los niños con los libros, la lectura, la escritura y las historias.
¿Cuáles son los beneficios de la lectura en la infancia?
Cuando viajaban en carreteras largas, la mamá de Andrea Abonce motivaba a su hija para crear historias. “De repente se aparece una bruja y quiere comer una manzana. ¿Qué pasaría?”, le decía. Sin embargo, Andrea no volvió a escribir un cuento tras “Laberinto de la perdición” hasta su etapa de secundaria.
“Nos preguntaban a qué queríamos dedicarnos y decía ‘escritora’. Atrás de mis cuadernos me ponía a escribir historias de terror, pues mi mamá comenzó a regalarme esos libros para niños. Recuerdo compartirle a una maestra que cuando volviera a verla sería una escritora famosa. A pesar de regresar a la secundaria, nadie logró darme una manera para contactarle. Quisiera mostrarle mis dos libros publicados”, expresa.
La Dirección General @prende.mx explica que los libros son un recurso imprescindible para el proceso formativo de niñas y niños, pues les permite imaginar, descubrir, viajar y conocer sobre el mundo que les rodea. Madres y padres pueden dedicar tiempo para realizar esta actividad e involucrarse para conocer qué les gustaría leer o qué están leyendo.
Lucía Bautista, psicóloga infantil por la Universidad Autónoma Metropolitana y maestrante en Psicoterapia Psicoanalítica por el Instituto de Neurociencias, Psicoanálisis y Salud Mental, detalla que los beneficios de la escritura y literatura en niñas y niños son diversos. Este primer contacto inicia cuando van realizando garabatos, dibujos con pictogramas y poco a poco van desarrollando la escritura.
“Al transmitir un gusto por la escritura, uno de los beneficios es compartir sus ideas, comunicar aquello que están pensando o sintiendo. Además, favorece su vida interna porque al expresar sus deseos, les genera una sensación placentera”, señala.
Lucía Bautista añade que esta actividad puede ayudar especialmente a niñas y niños con problemas de comunicación, pues es una alternativa para liberar sus sentires y compartir sus experiencias. A la par, quien se dedica a escribir, favorece la imaginación y el autoconocimiento, siendo una actividad que podría ayudar para quienes a corta edad viven con depresión o ansiedad.
Según datos de la Encuesta de Seguimiento de los efectos de la covid-19 en los hogares con niñas, niños y adolescentes (ENCOVID-19) retomados por el Sistema Nacional DIF, en la Ciudad de México los problemas de salud mental se exacerbaron a partir del inicio del confinamiento, siendo la ansiedad y la depresión los de mayor prevalencia.
En este caso, Lucía Bautista, incorporada al Centro Integral de Salud Mental (CISAME), explica que, si niñas y niños pierden el interés en ciertas actividades, se enojan fácilmente, utilizan adjetivos negativos para hablar de sí mismos, tienen temor para socializar o no pueden nombrar aspectos valiosos de ellos, será necesario realizar una evaluación con un profesional para descartar algún trastorno mental
“Esto también puede acompañarse con signos físicos, como dolor de cabeza, dolor de estómago, sudoración en manos o palpitaciones rápidas en el corazón. A la par, si un niño no quiere jugar o no quiere realizar alguna actividad recreativa. Más allá de no querer una vez, es que sea una situación repetida”, indica.
¿Por qué son importantes los espacios recreativos?
Al finalizar la preparatoria, Andrea Abonce quitó el espiral a sus libretas con el objetivo de recuperar sus historias. Al notar que eran varios cuentos, confirmó su decisión: quería ser escritora. Comenzó a formarse en la teoría detrás de los cuentos, aunque no obtuvo un resultado satisfactorio en su primer concurso, volvió a intentarlo al llegar a la universidad.
Andrea Abonce es Licenciada en Comunicación por la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx). Dicha institución pública estatal convoca anualmente el “Concurso de cuento infantil” donde los tres primeros lugares reciben la publicación de su cuento.
“Por un momento dudé en participar, pues escribía cuentos de terror, pero quise intentarlo. Retomando los recuerdos de mi infancia, pensé en la historia que me contaba mi mamá: un calcetín fantasma se aparecía en la escalera porque vagaba en busca de su par. Así empecé la historia sobre un calcetín que pierde su par y empieza una aventura para encontrarlo. Comencé a escribirlo y mostrarlo con niñas y niños para conocer qué les gustaba, qué no les gustaba y qué cambiarían”, menciona Andrea Abonce.
En 2018 Andrea Abonce ganó el primer lugar con “Tini y sus Amigos: misión hermano” (2018) del 5to Concurso de Cuento Infantil. Tres años posteriores volvería a ganar, ahora el segundo lugar, con “Guardianes de la Imaginación” (2021). Al recibir los reconocimientos, Andrea comenzó a ser contactada para compartirles sus historias hacia niñas y niños.
“Al momento de leerles a las niñas y niños, me recordó un poco cuando me sorprendía al leer un cuento. Sin embargo, al interactuar con ellas y ellos me di cuenta que la mayoría no disfrutaba leer o que les leyeran. Por ello, con el segundo cuento perseguí el objetivo hablarles sobre la relevancia de leer”, relata.
De acuerdo con Ibby México (2019), la mayor parte de las y los jóvenes entre 12 a 29 años entrevistados reportó un gusto por la lectura, pero fue observado un decremento comparado con la medición de 2015. El 25% acostumbraba a leer contenidos literarios, como novelas, cuentos y poesía. Padres, amigos y maestras se mantienen como principales influenciadores en el tema de la lectura.
Este objetivo no sólo quedo en las letras de “Guardianes de la Imaginación” (2021). Con el apoyo de la beca “José Antonio Alzate” otorgado por la UAEMéx al talento científico y cultural, Andrea Abonce llevó a cabo “Escribamos un cuento”, un curso dirigido hacia infancias para escribir cuentos y acercarse a la literatura.
“El objetivo era que se acercaran a la literatura, que la sintieran propia. Sintieran que ellos podían hacer literatura. No ver al libro como un pedestal, algo que no pueden escribir, sino sentir que ellos lo podían hacer. Pensar: escribir porque también soy parte de la literatura”, comenta.
¿Cómo podemos fomentar la lectura en niños?
Desde calaverita literaria hasta cuento de terror con Amparo Dávila, Andrea Abonce realizaba diversas dinámicas para tener la atención de niñas y niños, fomentar su imaginación y crear otra relación con la literatura. Para Andrea, su mayor logro fue ver que niñas y niños sí empezaban a interesarse por la literatura y les gustaba. Querían más libros, querían más historias.
“En las áreas recreativas los niños pueden entretenerse y divertirse porque es algo que les genera diferentes emociones, como alegría o socialización. Ayuda a encontrar la potencialidad que tienen y descubren nuevas cosas. Ir a un parque, visitar un museo, practicar un deporte, entre otros, podemos encontrar diversos lugares para practicarlo.”, destaca Lucía Bautista.
Lucía Bautista subraya que la presencia de una persona adulta es relevante tanto para los espacios recreativos, como la vida cotidiana, pues la niña o el niño encuentra un acompañamiento en su proceso. En el caso de la lectura, el leerles puede favorecerles. Más allá de buscar y conocer si entendieron la historia, es realizar una invitación para denotar el interés. Esta invitación también puede llevarse a cabo en otros ámbitos.
“Podemos invitarles a realizar una actividad, preguntarles: ‘¿qué te gustaría hacer ahora?’ o permitirles definir las reglas. Madres y padres pueden practicar una presencia medida al estar sin llegar a la ausencia o estar a cada momento”, comenta.
Andrea Abonce se suma a este mensaje, pues considera que un problema entre la lectura y la escritura ha sido la obligación. Por ello, opta por transmitirle a infancias que leer puede ser divertido, aunque en algún momento deberán leer para pasar un examen, por ejemplo.
“Es necesario darles esa diferenciación: tengo que leer esta lectura obligatoria, pero cuando llegue a mi casa estará el cuento o la novela que me encanta. No hacer la lectura como un tema difícil, sino leerles, ver cómo se emocionan o les gustan los dibujos. Dejarles que juegue con los libros o no los terminen, dejarles escoger y dejar de creer que la lectura es una carrera”, explica.
Andrea Abonce no sólo encuentra en la lectura beneficios académicos o personales, también sociales, pues al conocer historias las personas pueden volverse más sensibles con situaciones que no han sido vividas. Por ello, aconseja que madres, padres y cuidadores hagan una invitación a sus hijos, sea para leer o escuchar sus dudas.
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