El claxon de los carros deja de sonar. Los pájaros dan el último vuelo del día. Los pendientes del trabajo finalizan y las calles se iluminan con sus luces. Cuando llega la noche, la presura de los lugares disminuye para darle espacio a un sueño reparador. A pesar de los esfuerzos por mantener un espacio de tranquilidad, existen unos interruptores del sueño que no dejan a las personas pegar el ojo, especialmente a niños. Así es, nos referimos a las pesadillas.
Cuando tenemos una pesadilla probablemente nos quedemos pensando en el significado del sueño. ¿Será un pendiente que no hemos resuelto? ¿Es un miedo que no hemos externado? ¿Comimos mucho durante la cena? Pueden ser algunas de las preguntas en nuestra cabeza, pero en el caso de las y los niños una pesadilla puede afectar su bienestar a lo largo del día.
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¿Por qué son originadas las pesadillas? ¿Qué podría estar ocasionando las pesadillas en las y los niños? ¿Cómo prevenir las pesadillas? Continúa leyendo esta nota para conocer cómo ayudar a tu hijo en esas noches donde parece que el descanso jamás llegará. Estos consejos te ayudarán a mantener la tranquilidad en esas noches pesadas.
¿Qué es bueno para evitar las pesadillas?
De acuerdo con Mayo Clinic, una pesadilla es un sueño perturbador relacionado con sentimientos negativos, como ansiedad o miedo que te despiertan. Aunque las pesadillas son comunes en niños, pueden manifestarse en cualquier edad. Las pesadillas ocasionales por lo general no son motivo para preocuparse. Las y los niños pueden comenzar a tener pesadillas entre los 3 y los 6 años y después disminuir luego de los 10 años.
Nemours Kids Health detalla que nadie sabe exactamente cuál es la causa de las pesadillas. Los sueños y las pesadillas parecen ser una de las formas en que las y los niños procesan lo que piensan, sientes y elaboran lo que les preocupa o inquieta. Algunas pesadillas pueden ocurrir cuando están estresados o afrontando un cambio relevante. Tensiones familiares, mudanza, cambio de escuela o nacimiento de un hermano pueden resultar preocupantes para niñas y niños.
El portal añade que las pesadillas forman parte de la reacción de un niño a un trauma, como catástrofe natural, un accidente o una lesión. Algunos niños, especialmente cuando tienen mucha imaginación, el leer libros o ver películas de terror justo antes de acostarse pueden provocar las pesadillas. Las pesadillas también pueden contener fragmentos del día, pero con un tono aterrador.
Healthy Children señala que las pesadillas pueden ocurrir en la segunda mitad de la noche cuando los sueños son más intensos. Los niños pueden tener pesadillas a partir de los 6 meses de edad, alcanzando su punto máximo entre los 3 a los 12 años. Las y los niños pueden despertarse llorando o con miedo, teniendo problemas para volverse a reunir. Si un niño tiene pesadillas, lo mejor es reconfortarlo. Eresmamá enlista una serie de actividades para evitar pesadillas en niñas y niños:
- Establecer un programa con hora de dormir y levantarse, el cual debe cumplirse sin falta
- La habitación del niño tiene que ser lo más acogedora posible sin objetos que puedan asustar
- Cenar temprano y que la comida sea ligera. A la par, promover el relajamiento mediante un baño, una lectura agradable o cariños
- Servirle una bebida caliente para ayudarle a reducir la energía y dormir relajado
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