Las y los estudiantes están a punto de cumplir su primer mes de clases. Tras semanas de reorganizar sus horarios y recuperar energía, cada vez están más preparados para los exámenes y proyectos finales. Si alcanzan estos objetivos, podrán disfrutar el verano en la playa, durmiendo o jugando. Aunque este es el escenario ideal, probablemente algunos padres han detectado bajas en el rendimiento escolar de sus hijos. ¿Cuál será la causa? La deshidratación podría ser la respuesta.
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El agua es vital en la vida. Desde la realización de actividades de limpieza hasta el cuidado del cuerpo y la mente, necesitamos agua para el bienestar diario. Cuando estamos deshidratados no sólo nos enfrentamos a labios resecos, también podemos notar bajas en nuestras habilidades mentales. En el caso de las y los niños esto puede repercutir en su rendimiento escolar, llevándoles a reprobar materias.
¿Cómo la deshidratación afecta al rendimiento escolar? ¿Cómo ayudar a las y los niños a tener un rendimiento escolar destacable? ¿Qué otros factores inciden en el rendimiento escolar bajo? Continúa leyendo esta nota para conocer la relevancia de la hidratación en las y los niños. En el día a día, procura que tu hijo tenga presente tomar los vasos de agua correspondientes a su edad.
¿Qué factores influyen en el rendimiento escolar?
De acuerdo con Veigler formación, el rendimiento escolar es el sistema que mide la productividad del plazo que una persona está dedicada a estudiar y aprender mientras está formándose. El rendimiento escolar es la evaluación de la capacidad de aprender, dependiendo de esta calidad, son integradas de mejor o menos forma los contenidos que busquen asimilarse. El rendimiento escolar refleja el progreso de adquisición de conocimientos.
La Universidad del Azuay informa que una persona puede atravesar por un rendimiento escolar bajo donde afecta la autorrealización de las y los estudiantes y sus habilidades y conocimientos pueden verse limitados. El bajo rendimiento puede ser respuesta a una serie de diversos factores, como desintegración familiar, desinterés de padres, estilos de crianza, entre otros. Así como la deshidratación.
Mónica Hurtado, nutrióloga y vocera de Quiero Saber Salud, menciona que en salones de clases pueden existir niños cansados y con bajo rendimiento escolar debido a una deshidratación. Esto puede deberse al desconocimiento de que el agua representa entre el 75% al 85% de la masa cerebral, siendo clave para las funciones de regulación y funcionamiento del cerebro.
La especialista añade que la pérdida del 2% de agua puede ser causa de pérdida momentánea de memoria, disminución de atención, confusión mental e impacto en funciones cognitivas, como rapidez perceptiva, velocidad de procesamiento y flexibilidad cognitiva. Por lo cual, es necesario hidratarse a lo largo de dl día, especialmente en realización de tareas, juegos de destreza, exámenes y clases de deportes. Healthy Children detalla el agua que necesitan las y los niños, destacando que esto depende de las actividades realizadas y la temporada del año:
- Alrededor de los 6 meses: 4 a 8 onzas por día hasta cumplir un año
- 1 a 3 años: 4 vasos de bebidas al día, incluyendo agua o leche
- 4 a 8 años: alrededor de 5 vasos
- 8 años en adelante: 7 u 8 vasos
Para mejorar el rendimiento escolar de las y los niños Etapa Infantil aconseja animarles a practicar algún deporte, elegir una plataforma educativa de apoyo, usar tecnología para facilitar el aprendizaje, cuidar su alimentación y asegurar que la persona duerma bien. Esto permitirá tener mejores resultados tanto en el rendimiento escolar, como en el desarrollo del infante y su vida diaria.
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