La Organización Mundial de la Salud menciona que la autoestima es un estado completo de bienestar que tiene en cuenta aspecto físico, social y psicológico. La autoestima puede dividirse en dos puntos: autoimagen y autoconcepto. El primero refiere a la manera en que cada persona se ve a sí misma mediante el físico, por otra parte, la autoimagen implica la opinión que tiene la persona sobre su misma. Se puede tener una buen autoconcepto y una mala autoimagen y así de manera inversa, informa Psiquion.
La autoestima ayuda a las y los niños a desarrollar y potenciar sus habilidades, llevándoles a realizar diversos logros a lo largo de su vida. La autoestima de cada persona se va formando mediante experiencias propias, por lo cual la participación de padres, madres y cuidadores es fundamental. Una palabra, una acción o un recuerdo pueden ser los detonantes para que niñas y niños tengan, o no, una autoestima saludable.
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¿Cómo influyen los padres en la autoestima de los hijos?
La autoestima, de acuerdo con Nemours KidsHealth, comienza cuando las y los niños son bebés. Esta se desarrolla lentamente a lo largo del tiempo y puede comenzar porque el menor se siente seguro, amado y aceptado. Al igual, puede comenzar cuando recibe una atención positiva y cuidado amoroso. La autoestima continúa creciendo cuando prueban cosas, les sonríen o demuestran orgullo.
Healthy Children explica que cuando las y los niños tienen una baja autoestima pueden evitar una tarea o desafío sin siquiera intentarlo, renunciar al poco tiempo de comenzar un juego, hacer trampa o mentir, mostrar signos de regresión, volverse controlador, inventar excusas, experimentar cambios de humor, hacer comentarios autocríticos, preocuparse demasiado y verse afectado por la influencia negativa de otros niños. Para no fomentar una baja autoestima como padres, Guía Infantil aconseja:
- No criticarle con el verbo ser: si el niño se comporta mal, no criticarle cosas como “eres tonto” o “eres malo”, pues le hacemos creer que así es
- No criticarlo nunca en público: espera a regañarle en privado, no repruebes sus actos enfrente de las demás personas
- No insistas en el pasado: en vez de recordarle a cada momento lo que hizo, dale pautas o ideas de cómo debe ser su comportamiento la próxima vez
- Nunca le compares: cada persona es única y tiene su talento, es trabajo de cada persona encontrarlo y aportarlo al mundo
- No justifiques el paso con el presente: “mis padres me dieron azotes y no me pasó nada”, “a tu edad ya trabajaba”, “no lloraba como tú”. Evita justificar acciones, mejor trata de aprender a mejorar en la crianza y los cuidados
- Tener autoestima: madres, padres y cuidadores son una influencia en niños, por lo cual debes revisar tu propia autoestima si quieres fomentar la de tus hijos
Lamentees maravillosa puntualiza que todo esfuerzo dado a un niño debe ser sincero, fácil de entender y pedagógico. Si padres, madres y cuidadores quieren mejorar la autoestima de sus hijos, deberán acompañarlo mediante frases que reflejen su cariño, comprensión, respeto y empatía. Las dinámicas de gestión emocional constantemente cambian, esto nos da la oportunidad de crear relaciones saludables.
(Con información de Psiquion, Nemours KidsHealth, Healthy Children, Guía Infantil, Lamentees maravillosa)