Desarrollar las habilidades de Sherlock Holmes para poder identificar los síntomas previos a una crisis, es una de las características que adquirió Isabel Estrada, una joven madre que sostiene que “el autismo la volvió una madre detective; tuve que aprender a anticiparme a las crisis”, explica la psicóloga y maestra especializada en educación especial.
“Es un reto cuando los niños con autismo entran en crisis, las madres nos volvemos detectives para anticiparnos a ese momento y tratarles de explicar lo que les va pasar”, comparte Isabel y añade: “El diagnóstico oportuno en una edad temprana nos da un mejor pronóstico a largo plazo”.
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Para ella todos los días se debería concientizar sobre el Trastorno del Espectro Autista (TEA) y no solo el 2 de abril que es el día mundial de este trastorno. De manera regular Isabel comparte en sus redes sociales imágenes con frases para brindar más información sobre el autismo.
Las frases que Isabel comparte en sus redes sociales inician con la oración “tengo autismo y…”, entre algunos de los mensajes se lee:
“Tengo autismo y en ocasiones repito frases o palabras por mi ecolalia, ayúdame expresando con ejemplos cómo responder preguntas” o “tengo autismo a veces hay estímulos que pueden alterar mi conducta cómo los sonidos, olores, texturas y bullicio”, entre otras frases que comparte Isabel.
Qué es el autismo y su prevalencia en México
“El trastorno del espectro autista es una afección relacionada con el desarrollo del cerebro que afecta la manera en la que una persona percibe y socializa con otras personas, lo que causa problemas en la interacción social y la comunicación. El trastorno también comprende patrones de conducta restringidos y repetitivos. El término "espectro" en el trastorno del espectro autista se refiere a un amplio abanico de síntomas y gravedad”, así describe al TEA la Clínica Mayo.
De acuerdo con la psicóloga Isabel Estrada, estas son algunas características para identificar el TEA:
- Dificultad en la interacción social en múltiples contexto.
- Déficits en la reciprocidad social y los comportamientos comunicativos no verbales usados para la interacción
- Falta de habilidades para desarrollar, mantener y entender relaciones.
- Presencia de patrones de comportamiento, intereses o actividades de tipo restrictivo repetitivo.
- Hiper-o hipo reactividad a los estímulos sensoriales o interés inhabitual por aspectos sensoriales del entorno.
En México, 1 de cada 115 niños tiene autismo, de acuerdo con el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI). De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) se calcula que, en todo el mundo, uno de cada 100 niños tiene autismo.
En un boletín de la Secretaría de Salud, se sostiene que en el mundo, el autismo afecta más a los hombres que a las mujeres, con una relación de 4 a 1 entre personas que viven con este trastorno, informó el director del Hospital Psiquiátrico Infantil “Dr. Juan N. Navarro” de la Secretaría de Salud, Héctor Rodríguez Juárez.
En México, 1 de cada 115 niños tiene autismo, de acuerdo con el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI). De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) se calcula que, en todo el mundo, uno de cada 100 niños tiene autismo.
Educadora especial y madre ejemplar
Isabel Estrada es psicóloga y trabaja para la Secretaría de Educación en el nivel preescolar. La joven madre es egresada de la Universidad Autónoma de Nuevo, en un inicio su interés por saber de TEA fue por materias que cursó, luego realizó prácticas con niños con TEA y empezó a trabajar como maestra sombra para niños con autismo.
“Las maestras sombra tienen como función estar dentro del aula con el niño. Este tipo de maestra tiene el objetivo de estar explicando de manera más individual al niño o niña, por ejemplo si el niño no se mantiene sentado, pues ella le apoya para que se siente y empieza a realizar la actividad de aplicar técnicas conductuales y diferentes técnicas para enseñarle al niño como debe de realizar la las actividades”, explica Isabel.
Al año de vida de Miguel, su mamá empezó a notar ciertas características por ejemplo aleteaba, alineaba sus juguetes, cuando le hablaba por su nombre no la volteaba a ver, repetía el mismo juego una y otra vez y lo más distintivo que era que “al salir de casa siempre quería tener un cubo amarillo en la mano y si se le perdía se ponía muy mal y lloraba”, recuerda Isabel.
El diagnóstico
El diagnóstico de autismo es multidisciplinario, eso lo sabía Isabel y por ello llevó a Miguel al otorrinolaringólogo para descartar que tuviera problemas de audición, lo vio el neuropediatra, le realizó algunos estudios cómo un encefalograma y después se canalizó con el psiquiatra infantil y entre todos se concluyó que Miguel tenía autismo en grado dos con deterioro del lenguaje.
Isabel empezó a investigar a profundidad del Trastorno del Espectro Autista (TEA), “profundice más en el tema porque yo quería ayudar a mi hijo, nadie va a querer más el avance de tu hijo que su mamá” comparte Isabel.
Los pictogramas fueron muy importantes para mejorar el lenguaje de Miguel. De acuerdo con el sitio autismodiario “un pictograma es un signo que representa esquemáticamente un símbolo, objeto real o figura, es el nombre con el que se denomina a los signos de los sistemas alfabéticos basados en dibujos significativos y es signo que representa esquemáticamente un símbolo, objeto real o figura”.
“Muy importante sentarte a jugar con un niño con autismo, porque si tú lo puedes llevar a todas las terapias que que existen pero si tú no juegas con tu hijo, si tú no le dedicas tiempo y quieres que la terapia te solucione todo no va a funcionar y recordar siempre que una característica más del autismo que no toleran los cambios son son muy sensibles a estos”, explica Isabel.
Genes ligados con el autismo
De acuerdo con un estudio publicado en el 2022 en la revista Nature Genetics, se identificó que “más de 70 genes se encuentran fuertemente asociados con el autismo y otros 250 tienen un claro vínculo con esa condición”. El estudio se realizó a 150,000 participantes de los cuales 20,000 fueron diagnosticados con TEA.
“Sabemos que muchos genes, cuando mutan, contribuyen al autismo y en este estudio sin precedentes pudimos reunir múltiples tipos de mutaciones en una amplia gama de muestras para obtener una idea mucho más rica de los genes y la arquitectura genética involucrada en el autismo y otras condiciones del neurodesarrollo”, explicó en el estudio Joseph D. Buxbaum, director del Centro de Investigación y Desarrollo del Autismo en el Hospital Monte Sinaí.
“Una conclusión fundamental es que el autismo tiene muchas mutaciones genéticas que lo impulsan y, por lo tanto, se justifican las pruebas genéticas, no solo para el beneficio de las familias y las personas en riesgo de sufrir un trastorno del espectro autista, sino también para impulsar el desarrollo de terapias”, concluye en el estudio Joseph D. Buxbaum.
Mientras la investigación médica respecto al TEA avanza, Isabel sigue buscando más información para comprender el trastorno y explicarlo a toda aquella persona que se interese, pero su principal motor es su hijo Miguel Ángel que quiere seguir los pasos de su madre y dedicarse a la educación.