Me duele el estómago, me duele la cabeza, me duele el pie, creo que me va a dar gripe, entre otros, son algunas excusas que las y los niños pueden utilizar para evitar ir a la escuela. Cuando enuncian algún malestar, es necesario ponerles atención para procurar su bienestar. Cuando este resulta ser mentira y se repite en días de escuela, deben trabajarse estrategias de motivación.
Ir a la escuela es una oportunidad para que las y los niños adquieran nuevos conocimientos, construyan recuerdos memorables y formen nuevas amistades. Sin embargo, el levantarse temprano, tener dificultad para aprender, no realizar un trabajo o evitar la convivencia con otros niños pueden ser motivo para no querer ir a la escuela. Ante ello, pueden decir que tienen alguna enfermedad que les impide la asistencia.
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¿Qué otras razones influyen para que mi hijo no quiera ir a la escuela? ¿Por qué los niños dicen que están enfermos para no ir a la escuela? ¿Cómo motivar a mi hijo para asistir a la escuela? Son algunas preguntas que responderemos en esta nota. Recuerda que ante todo, tu hijo necesita tu apoyo, paciencia y cariño. Habla con él sobre el tema y resuélvanlo en equipo.
¿Cómo ayudar a mi hijo cuando no quiere ir a la escuela?
HealthyChildren menciona que la evasión a la escuela es común entre niños quienes podrían directamente negarse ir a la escuela o inventar motivos por los cuales no deberían ir. Ante ello, es posible que falten mucho a la escuela y se quejen de no sentirse bien con síntomas poco específicos e inexplicables. Suelen expresar síntomas relacionados con la ansiedad en la cual no tienen un control consiente.
Cuando hay una ansiedad relacionada con la escuela, añade HealthyChildren, los síntomas podrían ser sus formas de comunicar luchas emocionales con problemas, como miedo al fracaso, problemas con otros niños, ansiedad al usar un baño público, amenazas de daños físicos, daños físicos reales o una mezquindad percibida por la maestra.
Baby aconseja que si esta enfermedad en los días de escuela ocurre con frecuencia, es necesario disminuir las actividades diarias para que tenga mayor tiempo libre. A la par, fomentar el dormir temprano para mayor descanso. No dejar de lado el preguntar si en la escuela hubo un problema o hubo un cambio que explique la falta de motivación para ir a la escuela.
Por su parte, Berkia Padres detalla que también la o el niño puede sentirse poco a gusto con algún profesor, provocándole un intenso malestar. Para ello, será necesario buscar una solución donde pueda gestionarse el tema. Las expectativas de la escuela o las expectativas de los padres pueden también influir, por lo cual, si tiene problemas de aprendizaje, será necesario acudir con un especialista. Para motivar un niño a ir a la escuela, Sant Joan de Déu recomienda:
- Tener las expectativas adecuadas y acordes a cada niño
- Ayudar al niño a fijarse metas propias que le den motivación y conseguir sus objetivos
- Encontrar maneras de enseñarle al niño que la escuela es necesaria
- Tener una actitud positiva hacia la escuela. Ayudarle al niño a descubrir su motivación que le fomente la asistencia a la escuela
- Utilizar un lenguaje que le anime, elogiando sus habilidades en la escuela
- Fomentar la fortaleza en el niño para actuar frente a las adversidades