Levantarse, cocinar el desayuno, preparar a los niños, llegar temprano a la escuela, llegar a tiempo al trabajo, terminar con los pendientes sin algún retraso y poder esperar a los niños fuera de la escuela sin el estrés del ir tarde. Cuando somos puntuales, el día se convierte en un espacio lleno de momentos agradables, sin embargo, cuando la impuntualidad nos pisa los talones, el caos se respira. Provocando llegar tarde al trabajo, llegar tarde a la escuela e ir tarde por los niños.
El tráfico, el trabajo, el sueño, accidentes, eventos imprevistos, entre otros elementos, pueden hacer que madres y padres lleven y lleguen tarde a la escuela por sus niños, fomentando la impuntualidad. Cuando es un evento constante, un ‘perdón’ o ‘lo siento’, no solucionan los posibles efectos. ¿Por qué la impuntualidad puede ser perjudicial para el niño? ¿Cómo evitar seguir siendo impuntual en la escuela? Son algunas de las preguntas que responderemos.
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Antes de iniciar, es necesario recordar que si niñas y niños perfectos no existen, tampoco madres, padres y cuidadores. Por lo cual, ante los conflictos que existan entre la familia, es necesario dedicarles un tiempo y espacio para resolver preguntas y evitar malentendidos. Con el paso de los años, se podrán crear relaciones bajo la confianza, la confidencia y el respeto.
¿Qué pasa si llego tarde por mi hijo a la escuela?
La puntualidad, de acuerdo con el Instituto Winston Churchill, se define como el cuidado y compromiso de hacer las cosas a su debido tiempo. Al ser una cualidad relevante en el mundo actual, es necesario enseñarse en niñas y niños desde pequeños. Así podrán desarrollar un compromiso para realizar sus tareas a tiempo, como asistir al colegio y otros compromisos presentados. A continuación, se detallan algunos de sus beneficios en su personalidad:
- Crea estabilidad: las rutinas les ayuda a sentirse seguros, propiciando el desarrollo de otros hábitos saludables, como buena higiene, mejoramiento de autoestima y fomento a la disciplina
- Mejora el desempeño académico: la impuntualidad puede causar estrés, afectando en el desarrollo académico de tu niña o niño
- Mejora la autoestima: cuando las y los niños son impuntuales, van perdiendo respeto y credibilidad a las demás personas
Eresmamá explica que la puntualidad o impuntualidad, niñas y niños la aprenden de sus madres y padres, pues constantemente están observando y aprendiendo. Cumplir los compromisos con puntualidad facilita la convivencia dentro del hogar y la escuela. Cuando la puntualidad no se respeta, se presentar ciertos obstáculos, especialmente cuando no se recoge de la escuela a tiempo, como ansiedad, temor, frustración, abandono, olvido, vergüenza, sensación de no ser importantes e impuntualidad para otras actividades.
Más allá de los beneficios de la puntualidad, su relevancia puede recaer en la serie de desencadenantes que deja la impuntualidad. Cuando no hay tiempo, se olvidan realizar actividades que eran importantes, llevar materiales necesarios o aumentar el riesgo de accidentes porque la mente se enfoca en llegar lo menos tarde posible. Para evitar estos momentos, Colegio Bristal deja unos consejos con el fin de fomentar la puntualidad en niñas y niños:
- Conversar sobre la relevancia de la puntualidad y sus implicaciones
- Hacerles saber que las distracciones les llevan a no conseguir sus metas
- Crear rutinas para que los niños puedan aprender a establecer prioridades
- Crear el hábito de organización y anticipación
- Definir un horario para irse a dormir para despertar temprano, descansado e iniciar el día con humor y puntualidad
- Promover el tiempo determinado para una tarea o actividad, así como recordarles los horarios y tiempos de traslado
(Con información de Instituto Winston Churchill, Eresmamá, Colegio Bristal)