El embarazo es un proceso que implica diversos cambios en la vida. Desde remodelaciones en la casa hasta hábitos diarios, la llegada de un nuevo integrante a la familia requiere planear cada detalle de la bienvenida. Todos con el fin de mantener el bienestar. Por ello, surgen diversas dudas para evitar desencadenar problemas. Un ejemplo es el consumo de queso de cabra. ¿Se puede comer quesos durante el embarazo?
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El consumo de queso durante el embarazo es un tema de relevancia y preocupación para muchas futuras madres, pues la dieta durante esta etapa tiene un impacto directo en la salud tanto de la madre, como del bebé. El queso, un alimento rico en nutrientes esenciales como calcio, proteínas y vitaminas, puede ofrecer beneficios importantes para el desarrollo óseo y general del feto. Sin embargo, es fundamental considerar las variedades de queso y cómo se manejan durante el embarazo para evitar riesgos potenciales.
¿Es recomendable consumir queso durante el embarazo? ¿Qué tipo de quesos comer? ¿Se puede comer el queso de cabra durante el embazo? Continúa leyendo esta nota para darle respuesta a tus preguntas. Antes de iniciar, recuerda consultar cualquier inquietud con tu especialista de confianza.
¿Qué quesos no se pueden tomar en el embarazo?
De acuerdo con LICONSA S.A. de C.V., durante el embarazo y el proceso de lactancia, el consumo de leche es básico en la dieta diaria dado que aporta un importante contenido de nutrientes como calcio, magnesio, selenio, riboflavina, vitamina B12 y ácido pantoténico, indispensables de mantener altos para un adecuado desarrollo del embarazo y la lactancia.
El portal añade que esto sucede porque las necesidades nutricionales en el embarazo aumentan. Por ello, se recomienda que el consumo de productos lácteos y derivados sea de tres a cuatro raciones al día. De igual modo, para las mujeres en periodo de lactancia, se aconseja sea de cuatro a seis raciones al día. Una ración puede ser, por ejemplo, un vaso de leche de 200ml.
Aunque el consumo de leche puede ser beneficioso durante el embarazo, algunos productos lácteos pueden implicar riesgos, como el consumo de queso. Eresmamá detalla que comer queso durante el embarazo puede ser seguro si se consideran dos aspectos: la leche utilizada y el tiempo de maduración. Esto es relevante porque algunas variedades pueden contener bacterias perjudiciales, como la Listeria monocytogenes.
El portal agrega que se conoce que quienes viven un embarazo tienen 10 veces más probabilidades que el resto de las personas de contraer una infección por dicha bacteria. Esta infección puede provocar partos prematuros, abortos espontáneos, mortinatos o la muerte del recién nacido. Por ello, es fundamental comprobar que el queso que vas a consumir tenga una etiqueta que certifique que ha sido pasteurizado.
Centers for Disease Control and Prevention explica que durante el embarazo pueden llevarse algunas precauciones para reducir cualquier riesgo con el consumo del embarazo. Por ejemplo, no debe consumirse quesos blandos, como el queso fresco, al menos que estén hechos con leche pasteurizada para reducir el riesgo de enfermarse por la Listeria y otros gérmenes que se transmiten por los alimentos. Los quesos blandos incluyen queso fresco, queso blanco, queso blando, queso cotija, queso panela, queso ranchero y cuajada en terrón.
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