Náuseas, vómitos, antojos, subir de peso, entre otros, son los efectos secundarios más conocidos del embarazo. Sin embargo, debido a los diversos cambios hormonales, la persona embarazada puede presentar otras molestias, como deshidratación y sequedad en boca, piel y manos. En esta nota te compartimos cinco maneras de evitarlo, así como la explicación sobre este fenómeno.
Cabe destacar que el embarazo es una etapa para volver a conocer el cuerpo, desde sus necesidades hasta limitaciones. En caso de tener un padecimiento que impida realizar tus actividades diarias, lo recomendable es visitar a un especialista con la finalidad de descartar riesgos en la salud, tanto para ti, como para tu bebé. Además de otorgarte mayor tranquilidad, también podrá realizar un diagnóstico específico a tus necesidades.
Te podría interesar
¿Cómo evitar la deshidratación durante el embarazo?
Durante el embarazo, el cuerpo emplea recursos vitales para ayudar al bebé a crecer y a desarrollarse correctamente. Uno de estos elementos es el agua, por ello, el agua que la persona embarazada ingiera primero llegará al bebé, provocando sequedad en la piel y deshidratación, informa Sanex.
La piel también tiende a presentar arrugas y envejecer no sólo por agentes diversos, también puede ser por factores genéticos. Si familiares tienen tendencia a la resequedad en el embarazo, es probable que alguien pueda desarrollarlos. También la sequedad y deshidratación puede deberse a que el cuerpo no produce suficientes hormonas provenientes de las tiroides, evitando la sudoración o la producción de grasas que humectan y protegen, detalla Eresmamá.
Eresmamá añade que la deshidratación y resequedad puede deberse porque la persona no bebe la cantidad de agua suficiente, existe un incremento de azúcar en la sangre, hay aumento del volumen sanguíneo o existe retención de líquidos lo cual suele suceder durante el último trimestre del embarazo. Por ello Sanifarma recomienda cinco consejos para tratar la deshidratación y la sequedad, así como tratarla:
- Aplicar cremas después del baño o la ducha cuando la piel todavía esté húmeda
- Beber líquido, especialmente agua. La crema ayuda contra la sequedad del exterior, pero el agua ayuda con la sequedad del interior
- Los baños largos con jabón resecan la piel. Puedes realizar duchas rápidas o utilizar un jabón neutro
- Humedece el ambiente, mediante la ventilación de espacios al abrir las ventanas
- Evita abusar de perfumes o colonias
(Con información de Sanex, Eres mamá, Sanifarma)