¿Cómo se debe descongelar la leche materna? Sigue estos pasos

Tras semanas de espera, de miedo, de frustración, el momento llegó. Es tiempo de disfrutar la presencia del recién nacido mientras lo recostamos en nuestro pecho. Aunque no ha sido una etapa de adaptación sencilla, hemos logrado atravesar ciertos retos, especialmente por la ayuda de consejos que nos dan y los trucos que encontramos. Por ello, hoy te compartimos los pasos sencillos para descongelar leche materna.

Descongelar la leche materna es un proceso crucial para asegurar que los nutrientes y beneficios que ofrece se mantengan intactos mientras se prepara para la alimentación del bebé. La leche materna, cuando se congela, debe manejarse con cuidado para preservar su calidad y evitar cualquier riesgo para la salud del bebé.

Si no se toman las medidas necesarias, un manejo inadecuado durante la descongelación de la leche materna puede comprometer los componentes esenciales y la seguridad de la leche, por lo que es importante seguir las recomendaciones apropiadas para este proceso.

¿Cómo descongelar y calentar la leche materna?

De acuerdo con Unicef México, la lactancia materna les proporciona a los bebés todos los nutrientes que necesitan para crecer y que su sistema inmunológico se desarrolle plenamente. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF recomiendan que la lecha materna sea el alimento exclusivo de los bebés recién nacidos hasta los 6 meses de edad y que hasta los 2 años se alimenten con una combinación de la misma con alimentos adecuados y nutritivos para su edad.

La institución añade que, además de proporcionar todos los nutrientes y la hidratación necesarios, la lactancia materna ayuda a prevenir infecciones gastrointestinales y respiratorias, obesidad, diabetes, leucemia, alergias, cáncer infantil, hipertensión y colesterol alto. Así mismo, puede contribuir a prevenir la infección por covid-19.

Cuando se está en el proceso de lactancia materna, en algunas ocasiones no toda la leche materna se ocupa, por lo cual se decide congelar. Healthychildren detalla que se recomienda congelar la leche materna si no la va a utilizar dentro de las 48-72 horas. Debido a que la leche materna se expande al congelarse, se debe evitar llenar el recipiente de leche hasta el tope. Así como guardar la leche en la parte trasera del congelador, no en la puerta.

Tras congelar la leche no sólo debe tomarse en cuenta cómo congelarla, también cómo descongelarla para evitar dañar el producto o tener una pérdida de nutrientes. Para hacerlo de la manera adecuada y teniendo asegurado el bienestar del bebé, Eresmamá deja los siguientes consejos:

1. Revisa el stock de leche que tienes en el congelador: utiliza siempre la leche más antigua primero
2. Procede a descongelar: coloca el envase en la parte trasera del refrigerador (a una temperatura de 4 °C) y déjalo allí hasta que se descongele por completo. Asegúrate de situarlo en un área donde no esté expuesto a fluctuaciones de temperatura, como la puerta del refrigerador. En 12 o 24 horas, la leche estaría descongelada. Aunque llegar al resultado esperado tarda un poco más, esta forma es la más recomendada, pues ayuda a conservar las propiedades nutritivas y evitar el crecimiento de bacterias
3. Cuando la leche se haya descongelado, caliéntala un poco: puedes darle a tu bebé la leche materna fría o a temperatura ambiente. Si optas por ofrecerla tibia, verifica la temperatura de la leche al dejar caer unas gotas en tu muñeca.
4. No vuelvas a congelar la leche materna una vez descongelada: después de que la leche dejó de estar congelada, no después de sacarla del congelador. Evita hervirla o calentarla en microondas porque podrían implicar la pérdida de nutrientes importantes, proteínas y anticuerpos, así como crear puntos calientes que pueden quemar la boca del bebé
5. Planifica para evitar contratiempos: hacerlo con tiempo te ayudará a no estresarte y permitirá que tu hijo disfrute de las cualidades nutritivas de este alimento
6. Toma en cuenta los posibles cambios en la leche materna: cuando se congela la leche materna es posible que su color pase a un tono amarillo, además su sabor sea similar al del jabón debido a la descomposición de las grasas de la leche. Estos cambios son normales

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