La alimentación de un bebé. Aunque la tarea suene sencilla, madres, padres y cuidadores conocen los retos que conlleva. Desde conseguir los utensilios adecuados hasta llevar una limpieza en su preparación, cada detalle debe cuidarse por el bienestar del recién nacido. Este proceso de aprendizaje continúa cuando son introducidos los alimentos sólidos, pues no sólo vamos aprendiendo de gustos, también de riesgos que conllevan ciertos alimentos, como las espinacas.
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Los alimentos verdes, en especial las verduras, suelen tener una fama de no llevarse con menores. Sin embargo, madres, padres y cuidadores fomentan su consumo debido a los nutrientes, minerales, proteínas y vitaminas que contienen. A pesar de esto, existen algunas excepciones porque un consumo podría acabar en una cita con la o el pediatra, como es el caso del síndrome del bebé azul.
¿Por qué las espinacas no son recomendadas para bebés? ¿Cuál es el momento adecuado para introducir las espinacas? Continúa leyendo esta nota para darle respuesta a tus preguntas. Recuerda que ante cualquier problemática o duda, consultarlo con tu especialista de confianza. Así lograrás mantener el bienestar de tu bebé y seguir disfrutando sus primeros pasos.
¿Cuándo dar espinacas a un bebé?
De acuerdo con Frutas & Hortalizas, la espinaca es una planta herbácea cuyas hojas verdes y dispuestas en roseta se consumen tanto crudas, como cocidas. Las hojas tienen una forma ovalada y aspecto rugoso, pudiendo ser enteras o dentadas. Las espinacas son nutritivas, sabrosas y fácil de digerir. Las espinacas son distinguidas por su elevada riqueza nutricional, pues su contenido de vitaminas y minerales supera al resto de verduras.
El portal añade que las espinacas presentan una gran cantidad de agua y muy bajo contenido de proteínas, hidratos de carbono y lípidos. Las espinacas poseen un alto valor nutricional, siendo una de las verduras más ricas en calcio, magnesio, hierro, potasio, vitamina A, vitamina C y ácido fólico. Además las espinacas son eficaces para tratamientos de anemias, acelerar la reposición de sangre y tratar hemorragias internas.
A pesar de los beneficios de la espinaca, Criar con Sentido pone una alerta en bebés, pues pueden contraer el síndrome del niño azul lo cual es una situación clínica grave donde la hemoglobina de los hematíes es oxidada a metahemoglobina. Afecta a bebés al originar una coloración gris azulada en la piel, producir debilidad y acelerar el ritmo cardíaco El síndrome del niño azul es asociada al consumo de verduras de hoja verde, como las espinacas.
Ser Padres destaca que debido a ello, el consumo de acelgas y espinacas no es recomendable para bebés entre 0 a 1 año. En el caso de 1 año a 3 años no debe darse más de media ración, lo que serían 45 gramos al día. Su consumo debe evitarse cuando presenten infecciones bacterianas gastrointestinales. En el caso de otras verduras lo recomendable es:
- No mantener en temperatura ambiente ni enteras ni en puré. Conservar en el frigorífico si se van a consumir en el mismo día, si no, congelar
- El lavado y la cocción de las verduras (desechando siempre al final el agua resultante) ayudan a reducir el contenido en nitratos
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