SORDERA CONGÉNITA

Sordera congénita: una afección en la audición al nacer

La sordera congénita es un problema que afecta a los bebés. ¿Sabes cuáles son sus causas?

¿Qué es la sordera congénita? ¿Cómo detectarla en tu bebé?
¿Qué es la sordera congénita? ¿Cómo detectarla en tu bebé? Créditos: Canva
Escrito en SOY MAMÁ el

Aunque solemos asociar a la sordera con la exposición constante a ruidos fuertes, la sordera también puede estar relacionada con otras razones. La hipoacusia o sordera congénita, según el Instituto Mexicano de Otología y Neurotología, es el nombre para identificar a los bebés que nacen con algún grado de pérdida auditiva por razones, o no, genéticas. Cuando la falta de audición aparece después del nacimiento, es conocida como sordera adquirida.

Si tú y tu bebé atravesaron un parto complicado, notas que tienes un problema para comunicarte con él o quieres conocer más sobre la sordera congénita, en esta nota te explicamos más sobre este padecimiento. Cabe destacar que cualquier problema que presentes con tu bebé, consultarlo con tu pedíatra de confianza para recibir una atención adecuada.

De acuerdo con la Secretaría de la Salud, 3 de cada 1,000 recién nacidos presentan discapacidad por hipoacusia a nivel nacional. El Programa de Tamiz Auditivo Neonatal e Intervención Temprana incluye estrategias y acciones coordinadas para la detección temprana de alteraciones auditivas en el recién nacido.

¿Qué puede causar la sordera congénita?

El Instituto Mexicano de Otología y Neurotología informa que la mayoría de las sorderas congénitas son adquiridas o genéticas. Las adquiridas suelen relacionarse con infecciones virales en la madre durante el embarazo, como rubeola. Esto también puede presentarse en el bebé al haber tenido sarampión, paperas, entre otras enfermedades. Al igual, la aplicación de medicamentos que dañan el oído (gentamicina, kanamicina, amikacina) o durante y después del parto por falta de oxígeno o infecciones bacterias, como meningitis pueden influir.

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Por su parte, las genéticas, continúa detallando el Instituto Mexicano de Otología y Neurotología, suelen ser las más frecuentes, constituyendo más de la mitad de los casos. Anteriormente, se consideraba que incidía dentro del 30% de los casos, pero cada vez más se han descubierto más genes que son responsables de la pérdida auditiva, por lo cual  dos terceras partes de los bebés que nacen con pérdida auditiva tienen un factor genético.

Las causas genéticas pueden ser recesivas o dominantes. Las recesivas se manifiestan cuando ambos padres afectan el gen afectado, mientras las dominantes aluden cuando el bebé recibe una solo copia sin padecer la enfermedad, pero capaz de transmitirla.

“Por eso vemos parejas, sin antecedentes conocidos de sordera en la familia, que tiene uno o varios afectados. En este sentido, es probable que tengan antecesores con sordera. Por su parte, si ambos padres padecen de hipoacusia, las posibilidades de que sus hijos padezcan siempre será mayor”, menciona el doctor Gonzalo Corvera, director del Instituto Mexicano de Otología y Neurotología.  

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Al detectar que el bebé no escucha bien, el director del Instituto Mexicano de Otología y Neurotología destaca que es necesario acudir con un especialista para realizar el diagnóstico, de preferencia optando por un lugar dedicado a la atención de personas con pérdida auditiva. Así como aplicarse vacunas, solicitar el tamiz auditivo neonatal cuando nace el bebé, estar pendiente si tiene una complicación al nacer y estar al tanto de infecciones y traumatismos.

Infogen destaca que la sordera en el bebé puede afectarle en 4 formas: retardar el desarrollo de la comunicación, provocar problemas de aprendizaje que resultan en un logro académico bajo, llevar al aislamiento y la baja autoestima e impactar en la elección vocacional.

(Con información de Instituto Mexicano de Otología y Neurotología, Secretaría de la Salud, Infogen)