‘Tener paciencia’ es uno de los consejos para enfrentar las primeras noches de sueño del bebé. Ante la falta de palabras, los bebés utilizan el llanto para expresar hambre, dolor, incomodidad, molestia, temor o desesperación. Esto provoca el recurrente despertar de madres, padres y familiares para entender qué necesita el bebé y saber cómo ayudarlo, además, volver a repetir la rutina para recuperar el sueño.
El sueño del bebé, como otra etapa, incluye una serie de decisiones para lograr el bienestar del bebé y de la familia. Una de estas decisiones es saber si el bebé duerme con la familia o duerme aparte. Algunas familias optan por que los bebés duerman en una habitación distinta como una manera de fomentar la independencia, otras familias prefieren comprar una cuna para que el bebé logre tener un sueño placentero y otras familias deciden dormirlo en la misma cama con el fin de agilizar el proceso de toma de leche o cambio de pañales.
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¿Cuál es la mejor opción? ¿Dónde existen mayores riesgos? Esta vez abordaremos los pros, los contras y las prevenciones a tomar en cuenta al decidir dormir con el bebé en la misma cama. Si estás pensando en elegir esta opción o quieres estar más cerca de tu bebé, esta nota te interesará.
¿Cómo dormir con un bebé en la misma cama?
Los bebés, de acuerdo con HealthyChildren, no tienen ciclos regulares de sueño hasta aproximadamente los 4 meses de edad. Aunque los recién nacidos duermen aproximadamente entre 17 a 16 horas, sólo duermen 1 o 2 horas seguidas. Conforme van creciendo, van necesitando menos de las siestas, aunque dependerá de cada bebé.
Entre los beneficios de compartir la cama con el bebé está favorecer la lactancia materna al hacer más cómoda la práctica, aumentar la cantidad de meses que la madre aumenta al bebé, ayudar a los bebés a conciliar el sueño fácilmente, la familia tiene más tiempo de estar cerca del bebé y ayuda tanto a bebé como a madres y padres a dormir más, según Nemours KidsHealth. Para que sea seguro Guía Salud recomienda:
- El bebé haya nacido a término y sin problemas graves de la salud
- Darle lactancia materna exclusiva y conforme a la demanda
- Ni la madre o el padre padecen algún padecimiento que les provoque más sueño de lo habitual
- Ambos están conscientes de que comparten la cama con el bebé
- El bebé duerme con la boca arriba, pues acostarlo boca abajo o de lado aumenta el riesgo de muerte súbita del lactante
- El bebé duerme con ropa ligera, su cabeza no está tapada y la temperatura de la habitación no es superior a los 20 grados
- El colchón es firme. No hay edredones, mantas eléctricas, almohadones, peluches u otros objetos que impidan respirar al bebé en cualquier momento
- No hay espacios donde el bebé pueda caerse o quedarse atrapado
Por su parte, Eresmamá añade otras recomendaciones para un sueño seguro para el bebé. Estas técnicas pueden aplicarse en cualquier otra alternativa que se decida. Aunque es una decisión que implicará el trabajo de madres, padres, familiares y personas cercanos, es bueno tener la opción de un experto en salud para evitar cualquier padecimiento.
- No intentar seguir una receta única, sino encontrar la solución en familia
- Tener una rutina de sueño, procurando el orden y la estabilidad. Desde dormir a una hora establecida, favorecer las condiciones de comodidad y dejar el uso de dispositivos electrónicos Dedicar un tiempo para compartir una canción, un cuento o un momento divertido.
- Atender al llanto. Evitar ignorar al bebé, pues está expresando una necesidad
- Conocer los desafíos del sueño de acuerdo con la edad. Probablemente durante un tiempo nos funcione una técnica, pero al paso del tiempo necesitemos otras herramientas
(Con información de HealthyChildren, Nemours KidsHealth, Guía Salud, Eresmamá)