Recordar momentos de la infancia, en especial los primeros años, a menudo parece una tarea complicada, pues muchas y muchos de nosotros no recordamos nuestro primer cumpleaños, las personas con las que convivimos en el kínder, o qué era lo que hacíamos de forma cotidiana. No obstante, esto tiene explicación científica.
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Aunque estos primeros recuerdos son importantes porque son formativos, la ciencia sugiere que la incapacidad de recordarlos se debe a varios factores interesantes a los que se les conoce como amnesia infantil.
¿Qué es la amnesia infantil?
La amnesia infantil se define como la incapacidad para recordar las situaciones y momentos que ocurrieron en nuestra primera infancia, a un nivel autobiográfico, detalla Psicología y Mente. Pese a que olvidamos lo que vivimos, no olvidamos las habilidades que adquirimos, como caminar o hablar, por ejemplo. La única diferencia es que no recordamos cómo lo hicimos.
Este tipo de amnesia afecta por lo general los recuerdos que ocurrieron antes de los tres años de edad. Sin duda es posible recordar algún elemento anterior, pero no es frecuente, por lo que la mayoría de las personas suelen recordar sólo elementos muy significativos o una sensación o imagen de ese entonces.
Estudios han demostrado que los bebés tienen capacidad para generar recuerdos, pero los olvidan rápidamente, por ello, los investigadores atribuyen este fenómeno a la alta tasa de rotación de recuerdos infantiles, informa Mundo Deportivo.
“A los ocho o nueve años, la mayoría de las personas puede recordar el 35% de las experiencias de la vida que describieron vivamente a los 3 años. Este cambio se debe a cómo se forman los recuerdos a medida que los niños crecen, almacenando memorias de manera más lineal y organizada en términos de tiempo y espacio”, informa el mismo medio.
Teorías respecto a la amnesia infantil
Existen diversas hipótesis y teorías sobre la amnesia infantil y por qué no recordamos los primeros años de vida, aunque no hay un consenso absoluto al respecto. Algunas de esas teorías e hipótesis, según La Mente es Maravillosa, son las siguientes:
- Hipótesis lingüística
Según la hipótesis lingüística, la amnesia infantil es una falta de codificación adecuada, debido a la ausencia o falta de desarrollo del lenguaje. Según esta hipótesis, el lenguaje ayuda a la estructura y organización de todo aquello que vivimos. Por ello, si falta el lenguaje, esta organización resulta más difícil y por ello las vivencias son más difíciles de recordar.
- Hipótesis neurológica
La hipótesis neurológica sugiere que la amnesia infantil se debe a una inmadurez del cerebro y a una sobrepoblación neuronal durante los primeros años de vida. Esta creación de nuevas neuronas dificultará la grabación de información de forma persistente y estable.
No obstante, investigaciones contemporáneas han dado otras perspectivas. Un estudio de neuropsicología reveló una interesante correlación entre la ambidestreza y la capacidad para recordar recuerdos de la infancia a edades más tempranas.
Se especula que los individuos ambidiestros pueden aprovechar una comunicación más efectiva entre los hemisferios cerebrales, lo que podría ayudar a recuperar recuerdos tempranos, desafiando las ideas tradicionales sobre la amnesia infantil y la formación de recuerdos en los primeros años de vida.
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