Felipe Palangani es un menor que nació en la provincia de Neuquén, en el sur de Argentina, concretamente en la Patagonia. Fue el primer paciente en recibir un trasplante a partir de una donación de corazón abierto controlada en Argentina ¿El donador? Un pequeño de dos años que falleció a causa de un paro cardiaco.
Los padres de Felipe habían armado un movimiento en redes sociales llamado “un corazón para Felipe”, con el objetivo de concientizar a la población argentina sobre las donaciones para menores de edad, un tema importante aún en la agenda médica de Latinoamérica.
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El caso médico de éxito
Felipe, de menos de un año de edad, fue el primer paciente pediátrico en Argentina en recibir un trasplante cardíaco tras el paro cardíaco de su donante, Luca, su compañero de habitación en el hospital que estaba internado. Un caso que marcó un hito médico y humano en salud infantil para Latinoamérica.
Había sido diagnosticado previamente con miocardiopatía dilatada severa, la cual le provocó un paro cardíaco a los siete meses. Estuvo conectado a dispositivos vitales como y corazón artificial mientras esperaba un donante de corazón. Cabe señalar que sólo un niño podía ser el donante, con permiso de los padres.
El 18 de junio pasado, en el Hospital Italiano de Buenos Aires, Felipe recibió el corazón de Luca Zarragud, un niño de dos años que compartía habitación con él y había sufrido un paro cardíaco. Los padres del difunto aceptaron la donación para Felipe con su consentimiento.
El trasplante médico fue histórico por estas razones:
- Fue el primero realizado en asistolia controlada pediátrica en Argentina, modalidad que sólo se había aplicado antes en España o Australia. La donación en asistolia es el proceso de extracción de órganos realizado luego del fallecimiento de una persona.
- El caso fue un parteaguas para la legislación argentina vigente.
- La conexión entre ambas familias fue muy humana.
Esto implica para Argentina que se abren la puerta a más donaciones pediátricas en el país, validan el uso de asistolia controlada, una fuente adicional de órganos donados que puede salvar vidas y se visibiliza la necesidad de impulsar la donación en menores, actualmente judicializada a través de los padres.
Actualmente, el pequeño Felipe sigue bajo observación médica en la ciudad de Buenos Aires, capital del país, con controles constantes y recuperación progresiva por parte de los médicos. Los pronósticos de salud son alentadores.
El caso de Felipe Palagani marca un acontecimiento en la medicina argentina, por una operación única y singular, la solidaridad de una familia y un profundo gesto humano. Su historia fortalece la campaña por la donación de órganos pediátrica y muestra cómo el amor puede salvar vidas.
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