Estudiar enfermedades de la cuales se desconocía su origen, diseñar nuevos dispositivos biomédicos, desarrollar nuevas técnicas quirúrgicas y sobretodo tener referencias del cuerpo humano latinoamericano para desarrollar tratamientos adecuados a la población son algunas de la principales metas del Programa de Donación de Cuerpos (PDC) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
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El doctor Alberto Manuel Ángeles Castellanos es jefe del Departamento de Innovación en material biológico humano responsable del Programa de Donación de Cuerpos y en entrevista con SuMédico menciona que “es muy importante contar con ese material para la enseñanza (cuerpos humanos), sobre todo principalmente para la enseñanza de pregrado los estudiantes de medicina”.
“Consideramos que es muy relevante que tengan el contacto con el material biológico en este caso con el cuerpo humano y que lo aprendan directamente, aunque existen muchísimas tecnologías que pudieran en algún momento considerarse como sustitutas, no es lo mismo estar frente al cadáver, frente a la muerte", destaca.
"Podríamos decir que esto modifica el pensamiento del estudiante, por otro lado es necesario para los estudiantes de posgrado sobre todo los de áreas médico quirúrgicas”, agrega el doctor Ángeles Castellanos.
La donación de cuerpos para el desarrollo de investigación médica y para la academia es un regalo de vida que paradójicamente un cuerpo inerte puede dar, ya que los donantes serán mentores con su carne, órganos, huesos y tejidos. El Programa de Donación de Cuerpos de la máxima casa de estudios es pionero en el país, inició el 10 de octubre del 2016, ya cuenta con mil 800 inscritos y 78 cuerpos ya forman parte del Departamento de Innovación de Material Biológico Humano de la Facultad de Medicina.
El titular del PDC asegura que el programa es muy exitoso, incluso en un país donde la muerte se vincula a preceptos religiosos y con esa referencia mencionó: “puedo decir que es exitoso desde que se inscribió el primer donante”.
Donación de cuerpos, una forma productiva de terminar nuestro ciclo
—Averíguame si hay manera de donar mi cuerpo a la UNAM— fue la orden que su padre le dio a Cristina Dovali, en atención a la petición asistió a la Facultad de Medicina. Buscando la oficina de donación de cuerpos encontró algo que por instantes la dejó sorprendida: decenas de mesas de disección y a su alrededor al menos 10 jóvenes observaban órganos humanos. Estaban en plena clase de anatomía.
La presencia de Cristina alertó al maestro encargado del recinto, ella abrió los ojos más de lo normal, y al preguntarle — ¿qué se le ofrecía? — Ella respondió — ¿qué tengo que hacer para estar en esa plancha? — Le maravillaba la idea de que aún después de muerta podría enseñarles a los futuros médicos. Su motivo es preservar su mayor tesoro aún después de su muerte: el enseñar, que actualmente ejerce como maestra egresada de la Facultad de Filosofía y Letras.
La clase de anatomía para la docente duró unos minutos, y un aprendiz de medicina se ofreció a llevarla a su destino. En el trayecto a su encomienda vio esqueletos móviles, que por medio de un tubular y ruedas se desplazaban rumbo a la clase que minutos antes había presenciado. Además, admiró vitrinas que exponían partes disecadas del cuerpo humano. Lejos de espantarse a Cristina le emocionaba que los estudiantes aprendieran en un cuerpo real y asegura que es la forma más productiva para que un cadáver termine su ciclo.
Las modalidades de donación de cuerpos van desde un año o de manera permanente. Si el donante decide ser parte del programa solo por un tiempo, se le entregan las cenizas a su familia transcurrido el tiempo al que se comprometió a servir a los universitarios.
Al cumplirse el periodo de donación uno de los testigos debe de identificar a su familiar y aunque para Cristina esa situación resultaba algo fuerte, está convencida de hacerlo, pero como no quiere que sus hijos pasen por ese trámite ella ha decidido quedarse en la UNAM de manera permanente.
“Me emociona pensar que en su momento seré un esqueleto que baila alegre por los pasillos de la Facultad de Medicina, colgada de un tubo con ruedas, jalada por un chico o una chica que se dirige a su clase de anatomía apostando a su futuro, que estaré en esa apuesta; como maestra de la UNAM, tendré mucho que enseñarles todavía”.
Cómo preservar los cadáveres
Alberto Manuel Ángeles Castellanos explica que académicos de la UNAM crearon una técnica particular de la Facultad de Medicina que está basada en alcohol y en glicerinas, y los académicos de la máxima casa de estudios están en proceso de patentar la solución para que cualquier universidad que quiera pueda utilizarla respetando los derechos de autor.
“Esta técnica nos permite mantener al cadáver y al material biológico hasta por 10 años sin necesidad de otro tratamiento, dejando los especímenes manejables y muy bien cuidados”.
Ángeles Castellanos explica que si bien el paso de la pandemia por covid-19 provocó un disminución en las personas inscritas cómo donantes de su cuerpo, ahora están reforzado la difusión del programa. “Hemos estado en el último año visitando hospitales, para hablar con la gente en las salas de espera y platicarles del programa”, explica el doctor.
Qué sigue una vez que ya eres donante
“Una vez que el donante aceptó se le hace una historia clínica para saber sus padecimientos y nos permite tener una idea de lo que tiene el paciente, por ejemplo si tuvo cáncer de útero o próstata les decimos a los estudiantes y así ellos determinan si les interesa hacerle un estudio al cuerpo”, menciona el doctor.
Para ser parte del PDC de la UNAM es necesario programar una cita por teléfono o a través de la página de internet www.pdc.unam.mx. Durante la visita a las instalaciones del programa se da una plática para detallar cómo van a tratar a tu cadáver y que van hacer con él.
Una vez que el donante se encuentra totalmente convencido de otorgar su cuerpo a la investigación médica o la docencia, se termina el procedimiento legal, se firman unos documentos con la huella digital del interesado y en presencia de dos testigos. El proceso evita confusiones tras morir el donante y busca concretar el proceso de donación del cuerpo.
Una vez que el aspecto legal se ha realizado y ya se es donante se suma a un registro. “Nosotros les damos una credencial que los identifica como donantes una vez que la persona ha fallecido se lleva a cabo el proceso de ir a recoger el cadáver y nuevamente se le explica al familiar lo que va ocurrir con el donante”, detalla el doctor.
Estudios e investigación
Respecto a las investigaciones, el médico titular del PDC señala que “en el departamento de innovación en material biológico humano y con los cuerpos del PDC se han realizado estudios sobre variantes anatómicas y en colaboración con la Escuela Nacional de Ciencias Forenses se han utilizado 8 cadáveres del programa de donación”.
El PDC realiza estudios anuales a los donantes con el fin de dar seguimiento si padece una enfermedad y monitorear cuál es su estilo de vida, la finalidad es que cuando mueran se pueda saber cómo sus hábitos y padecimientos lo afectaron.
“Los cadáveres que tenemos aquí, se utilizan para docencia en pregrado, es decir para disecciones, los cadáveres también se utilizan para los cursos médico quirúrgicos de postgrado y en algunas investigaciones que se han registrado por posgrados”, menciona el titular del PDC.
Cuando el PDC inició tenía el lema de “Cuando me muera quiero ir a la universidad” y ahora se tiene en puerta el proyecto de construir un pequeño mausoleo con los nombres de las personas que ya han donado su cuerpo a la facultad.
El logo del programa es un árbol que significa “sembrar esperanza hacía el futuro y que aún después de muertos podemos renacer y ayudar a la medicina”, comparte el doctor,
“Yo quisiera invitar a las personas a formar parte de este programa porque consideramos que es una manera de trascendencia, no solamente trascendencia material, sino es una trascendencia también de tipo moral y espiritual. Nosotros agradecemos mucho a las personas que ya cumplieron, que ya están con nosotros, porque es un proceso altruista que no se imaginan tiene un valor bastante grande para los estudiantes porque forman parte del conocimiento de los estudiantes que pasan por esta universidad"
"Todos los que participan en este programa y han pasado por las manos los estudiantes van a generar un conocimiento y sobre todo van a trascender a través de los conocimientos de estos muchachos que en un futuro pues serán médicos”, concluye el doctor Ángeles Castellanos.
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