Disfrazar a los niños en Halloween y Día de Muertos para que salgan a pedir “calaverita” es una de las actividades más divertidas que se pueden hacer en familia y también puede tener beneficios a nivel físico y mental en tu pequeño. A continuación, te decimos todo lo que hay que saber al respecto.
Las opciones de disfraces que tienen los niños son infinitas, desde un disfraz hecho a mano en casa con materiales reciclados, hasta uno más elaborado, en cualquiera de los casos, los niños tienen muchas ventajas de acuerdo con expertos en psicología.
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Cuando son muy pequeños no son tan conscientes de si le ponemos un disfraz, pero a partir de los tres años, los niños y niñas pueden elegir qué personaje quieren ser y disfrutar al máximo de la experiencia.
Si quieres sacarle todo el provecho a esta actividad, te damos algunos consejos de los expertos para disfrutarlo y que los pequeños tengan más beneficios.
Beneficios de que los niños se disfracen en Halloween y Día de Muertos
Los pequeños se divertirán al máximo al interpretar por un día a uno de sus personajes favoritos y lo mejor es que tendrán beneficios en su salud física y mental, como:
- Mayor creatividad
Cuando los niños eligen qué personaje quieren ser y cómo pueden lograr verse igual con su disfraz, fomentamos su creatividad e imaginación, especialmente si hacemos el traje en casa con materiales reciclados.
Reunirnos como familia para hacer el disfraz y que el pequeño participe es una hermosa manera de generar unión y crearle una linda ilusión.
- Los vuelve más seguros
De acuerdo con un artículo de WebConsultas, cuando los niños se disfrazan, tienen la oportunidad de expresarse más libremente y desarrollan seguridad en sí mismos. Un disfraz de superhéroe o del personaje que más le gusta o le inspira, aumenta su confianza y puede reforzar sus aptitudes sociales.
Con un disfraz que le guste, el niño o niña logra sentirse más valiente, poderoso e independiente, así que dejarlo que elija quién quiere ser es la oportunidad perfecta para favorecer su desarrollo y que exprese sus emociones.
- Le genera empatía
Otro de los beneficios de que los niños se disfracen es que, al adquirir otro rol por un día, pueden ver la realidad desde otro punto de vista, lo que facilita que se pongan en el lugar de los demás fácilmente y que sean más empáticos.
En ese sentido, es ideal que usen disfraces con connotaciones positivas y que transmitan mensajes buenos para su desarrollo. Será mejor evitar disfraces que puedan relacionarse con la violencia, la discriminación o con estándares muy idealizados.
- Ayudas a su inteligencia
Los niños que se disfrazan pueden procesar la información del mundo adulto y aplicarla a los juegos, por ejemplo, si se disfraza de médico, tiene que observar el comportamiento de estos profesionales para poder jugar a que es este personaje.
Aunque es solo una actividad divertida, le permite conocer un nuevo vocabulario, aprender nuevas cosas y expresarse de otra manera en que normalmente lo hace.
- Aprenden algo nuevo
Si el pequeño elige un personaje histórico, puede ser el momento perfecto para que aprenda más sobre su relevancia y el contexto que lo rodea, los descubrimientos que hizo o las aportaciones a la sociedad que dejó. Incluso si elegimos personajes como un dinosaurio, podemos aprovechar para hablar sobre la etapa en que habitaron la Tierra y cómo se extinguieron.
Así que, además de divertirse con su atuendo, disfrazarse puede ser algo muy educativo para los pequeños.
Recomendaciones para que los niños disfruten disfrazarse
Como lo mencionamos, puede ser bueno hacer el disfraz en casa y permitir que el pequeño participe en la confección del mismos, ya que así podrán dejar volar su imaginación al máximo y agregar los detalles que más les gusten.
Podemos trabajar no solo en elegir los detalles como el maquillaje, la peluca o las telas que usaremos, también podemos crear toda una historia alrededor del personaje para que sea aún más entretenido.
Por otro lado, es importante que dejemos que el niño elija quién quiere ser o si se atreve a tener un personaje inventado. Si el niño nos dice que no desea disfrazarse nunca debemos obligarlo, pues de acuerdo con el portal especializado Bebés y Más, cada niño es único y puede haber muchas razones por las que no quiere participar en esta actividad.
Podemos llevarlo a ver disfraces para ver si alguno capta su interés y lo motiva a jugar a interpretar un personaje.
Otra de las recomendaciones es dejar que se disfracen en varias ocasiones, no solo en Halloween o Día de Muertos, puede ser en su cumpleaños, en alguna fiesta infantil o en algunos carnavales locales, ya que es una excelente forma de jugar y fomentar la unión con sus padres.
Finalmente, hay que tener algunas precauciones al disfrazar a los niños, como revisar que el maquillaje que usemos sea apto para su delicada piel (haz una prueba primero en una pequeña zona), dejar que tomen descansos del disfraz durante el día y evitar telas muy calurosas o que le causen irritación o incomodidad.
Asegúrate de que su disfraz no tenga piezas pequeñas que se puedan desprender y que pudieran llevarse a la boca aumentando el riesgo de asfixia y que no tenga cordones sueltos u otros materiales que pudieran hacer que se tropiece.
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