Dicen que el amor no es para siempre y hay algo de cierto en eso, ya que es posible desenamorarnos después de un tiempo en pareja y las razones son diversas, según explican los expertos. Esto es todo lo que debes saber al respecto.
El amor no se acaba de un día para otro y tampoco ocurre porque sí, siempre hay uno o varios motivos por los que esto ocurre y que pueden llevar a la ruptura. Al respecto, una experta detalla por qué ocurre esto.
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De acuerdo con Lidia Alvarado, psicóloga y experta en terapia de pareja, al reflexionar sobre una relación que ya no nos hace sentir tan felices o satisfechos como antes, es común que nos demos cuenta que dejamos de sentir ese amor del inicio y que ahora estamos ante un desenamoramiento.
El desenamoramiento puede llevar no solo a que se apague el amor, sino a sentimientos como la tristeza y el enojo, especialmente cuando no entedemos qué es lo que causo que nuestros sentimientos cambiaran.
¿Por qué nos desenamoramos?
Cuando el amor empieza a apagarse, ya no sentimos emoción por estar juntos, no hay ganas de cumplir metas en común y hay un sentimiento constante de que el vínculo poco a poco se va desvaneciendo.
Al respecto, Alvarado explica al portal ABC que desenamorarse no es algo raro y, de hecho, puede afectar a cualquier a pareja, sin embargo, eso no significa que no se pueda evitar.
“En muchas ocasiones se podría evitar si hay voluntad por ambas partes para atender y trabajar en aquellas cosas que están empezando a torcerse, en lugar de mirar para otro lado esperando que se solucionen solas”, asegura la experta.
Además, es importante reconocer las principales razones por las que se acaba el amor, para poder trabajar en ello y no dejar que la relación se termine, toma nota:
- Cambiaron o evolucionaron de forma individual
Esta es una de las principales razones por las que surge el desenamoramiento, especialmente cuando ya llevan un buen tiempo juntos, ya que ambos maduran, cambian sus perspectivas, valores y metas.
El crecimiento natural que vamos experimentando a lo largo de nuestra vida puede alejarnos de la pareja, generando una desconexión emocional y afectando la dinámica de la relación.
- No son compatibles
Conforme pasa el tiempo, la emoción, atracción e idealización van disminuyendo, lo que nos lleva a darnos cuenta de las diferencias que tenemos con la pareja. Cada vez es más difícil de ignorar la incompatibilidad de valores, intereses y metas, lo que nos lleva a un desgaste emocional que nos lleva al desenamoramiento.
- Mala comunicación
Cuando ya no se comunican de forma adecuada, es más común que surjan los malos entendidos que a su vez, cause resentimientos y falta de conexión emocional. No escuchar a la pareja acerca de sus necesidades y sentimientos y dejar de expresar lo que nosotros sentimos son los ingredientes de los problemas de comunicación.
Si simplemente ignoramos estas señales, la relación y el amor se deterioran, marcando el camino hacia una ruptura.
- Heridas emocionales sin resolver
Tener heridas emocionales no resueltas como traumas, decepciones o inseguridades y miedos, afecta de forma importante la relación de pareja, porque no podemos amar y confiar en la persona con la que compartimos el vínculo amoroso.
Las barreras emocionales que surgen por estas heridas poco a poco nos llevan al desenamoramiento porque evita que seamos abiertos con la pareja y que conectemos emocionalmente.
- Se pierde el respeto
El respeto es clave en cualquier relación de pareja, por lo que cuando desaparece puede dar pie a insultos, reclamos y otras faltas que no alimentan el amor, al contrario, lo deterioran. Para que una relación sea sana, debe existir un ambiente de armonía y respeto mutuos.
- Celos enfermizos
Todos podemos sentir celos alguna vez, pero cuando empiezan a salirse de control con reclamos, intentos de control y manipulación hacia la pareja, acaban con el amor, porque persiste la desconfianza y la inseguridad, aspectos que nos llevan al desenamoramiento de forma inevitable.
- Expectativas
Tener expectativas poco realistas sobre lo que es el amor y una relación sana, nos lleva a tener ideas equivocadas sobre lo que es y no una relación, provocando una decepción al darnos cuenta de que la vida real es distinta a la fantasía que nos creamos. En ese momento el desenamoramiento aparece.
(Con información de ABC Bienestar)