Los sobrenombres cariñosos son algo común en las relaciones de pareja, sin embargo, es importante conocer los apodos que NO debes usar para referirte a tu ser amado, ya que utilizarlos puede llevar al fracaso tu relación.
Aunque los apodos cariñosos pueden ser tiernos entre las parejas, algunos especialistas advierten que ciertos nombres afectuosos pueden ocultar dinámicas emocionales poco saludables.
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Los apodos que NO debes usar para evitar que tu relación fracase
De acuerdo con el psicólogo estadounidense Mark Travers, hay tres apodos en particular que podrían estar relacionados con vínculos destinados a fracasar si se utilizan de evasión emocional.
De acuerdo con información recogida del medio Psychology Today, el experto explicó que si bien el lenguaje afectivo fortalece los vínculos al liberar oxitocina, también puede generar una falsa sensación de cercanía emocional cuando no hay un compromiso real detrás. Entre los apodos más usados por este tipo de personas se encuentran:
- Bebé
- Carino
- Ángel.
¿Por qué no referirte a tu pareja como ‘bebé’?
El uso de este apodo en las primeras etapas de una relación puede parecer tierno, pero podría estar simulando una intimidad que todavía no se construye. “Este tipo de lenguaje activa mecanismos cerebrales de apego, lo que puede hacer que una persona se sienta emocionalmente unida a alguien que aún no ha demostrado solidez emocional o compromiso genuino”, señala Mark Travers.
En este tipo de vínculos, el apodo puede dar la ilusión de cercanía sin que haya habido un desarrollo de confianza, volviéndose un disfraz de la vulnerabilidad que no se sostiene a largo plazo.
¿Por qué no referirte a tu pareja como ‘cariño’?
Aunque este apodo suena afectuoso, el término “cariño” también puede operar como una forma sutil de desestimar las emociones de la otra persona.
“Frases como ‘no te preocupes por eso cariño’ suenan inofensivas, pero son utilizadas para evitar abordar temas incómodos o deslegitimar las preocupaciones de la pareja”, detalló el experto.
Este tipo de respuestas forman parte de lo que se conoce como infantilización emocional, que es tratar al otro como si fuera demasiado frágil o irracional para ser tomado en serio.
¿Por qué no referirte a tu pareja como ‘Ángel’?
Otro término común que puede esconder una temporada emocional es “ángel”. En muchos casos, este apodo aparece tras una discusión o situación incómoda, como forma de calmar el ambiente sin resolver el problema real.
“Decir cosas como ‘mi ángel, no te enojes’, puede sonar tierno, pero en realidad evita frenar la raíz del conflicto”, señala el especialista.
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